Hoteles de sobresaliente en Galicia

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Ana Garcia

Booking puntúa y los clientes no lo dudan a la hora de opinar. Entramos en tres de los hoteles con más nota de Galicia. Se han llevado un sobresaliente, pero rozan la matrícula de honor.

12 jun 2019 . Actualizado a las 12:25 h.

Si hay que hablar de hoteles de sobresaliente, toca pararse en Pontevedra y, más concretamente, en Meis. El Novavila Wine Design Hotel es de esos que rozan la matrícula. Un 9,8 es la nota que le han dado sus clientes en Booking, una nota que su propietario, José Luis Vilanova, explica así: «El viajero se mueve por experiencias, y en nuestro hotel le ofrecemos una suma de ellas». Este pequeño hotel destino con bodega propia aporta, para empezar, una enológica. «Poder probar nuestros vinos y degustar el albariño y el espumoso que hacemos aquí es un punto extra. Y a mayores editamos productos de vinoterapia», dice Vilanova, que asegura que allí uno puede entregarse además a actividades complementarias: «El cliente puede darse una vuelta por las Rías Baixas para asistir a las artes de pesca de la zona, ir a clases de taichi, darse un masaje con aceite de vinoterapia o ver cómo se marisquea».

MARTINA MISER

Ellos reservan en aquellas en las que el cliente desee participar, porque facilitar su alojamiento es una de las máximas. Por supuesto, irse de senderismo por alguna de las rutas de Meis es otro de los atractivos de la zona. «Al estar en el Camino Portugués, a partir de mayo y de cara al verano vienen muchos extranjeros», explica el dueño. Y ya no hablemos de la piscina exterior que abren en cuanto llega el calor. Otro de sus puntos fuertes es la decoración. De hecho, ese es el negocio al que se dedicaba Vilanova antes de la apertura del hotel en el 2009. «El hotel es realmente un showroom de lo que hacemos: interiorismo, alojamiento y bodega. Todos los muebles están a la venta y hay piezas verdaderamente emblemáticas del diseño de interiores», explica. Por vender, a más de un cliente le han vendido hasta el colchón.

MARTINA MISER

MÁXIMO CONFORT

Una vez dentro de la habitación, lo que prima es el confort. «Los colchones son de los mejores y la ropa de cama igual, de hilo y algodón egipcio. Ofrecemos una carta de almohadas y la temperatura siempre está entre los 20 y los 22 grados. También dejamos unos detallitos, como fruta fresca, chocolate, agua y amenités de vinoterapia», dice el propietario, que destaca además su desayuno-brunch: «Lo damos entre las nueve y las doce y media de la mañana con productos frescos y ecológicos dulces y salados. Si se toma tarde casi no hace falta ni comer. Además, ponemos a disposición del cliente una cena con la propiedad con degustación de vinos». El párking gratuito es otro de los servicios del hotel, que también le entrega al visitante un móvil con los números del personal para realizar consultas desde cualquier parte. Dormir en una de sus seis habitaciones tiene un precio de entre 175 y 200 euros según la época del año. Y los vale.

Nuestra próxima parada es de 9,9. A una décima del 10 se ha quedado Casa de Carmen, en Corcubión. 

Ana Garcia

UNA CASA CON HISTORIA

Precisamente en el interior de esta casa de 400 años de antigüedad que la historia cuenta que perteneció a un corsario nos recibe Ana Sendón, que apoya a su marido, José Romero, en su proyecto de hospedaje. Ella es la responsable de su decoración, pero quizás lo primero que hay que decir de Casa de Carmen es que no es un hotel, sino que está catalogada como apartamento turístico y tiene solo una habitación.

«Realmente es como una casa de campo en medio del pueblo», señala Ana, que añade que es una de las más antiguas de Corcubión. Decorarla fue un placer. «Buscaba una fantasía, y creo que lo conseguí», asegura la propietaria, que dice que buscaba «un estilo francés». Para eso empleó muebles restaurados, algunos incluso cubiertos de pan de oro. Solo la reforma ascendió a los 120.000 euros. Eso sí, mereció la pena. Tanto que están ya preparándose para ampliar el negocio con la apertura de otra casa cercana. «A ver cómo lo hago para conseguir el mismo efecto», indica. Todo empezó con la apertura de la pensión rústica A Laxe, en O Pindo (Carnota). ¿Por qué la de Casa de Carmen tiene un 9, 9? «La decoración es buena, pero no está ahí todo el mérito. Mi marido recibe a los clientes y les ofrece mucha información sobre dónde comer y qué visitar, dándoles una atención muy personalizada. Sin embargo, mucha gente se queda todo el fin de semana y casi no sale», explica Ana, que señala que la casa se alquila casi todos los fines de semana del año con un precio de 100 euros si se duerme una noche, 90 si se pasan dos y 80 a partir de la tercera. El perfil tipo de su clientela son parejas solas o con un hijo, y la mayor parte extranjeros que se quedan una semana o dos para conocer la Costa da Morte. Cuando uno entra se da cuenta de por qué hay quien apenas sale de la casa. Una suite con chimenea y bañera con luces de LED y efecto lluvia forman parte de la explicación. Casi resulta chocante poner un pie fuera.

Donde no pasa eso es en la otra casa de 9,9 en Booking: Casa do Batán, en Chavín (Viveiro). Construida en el año 1800, esta casa de aldea está rodeada de verde y tiene una decoración muy sencilla y minimalista.

PEPA LOSADA

FILOSOFÍA «SLOW»

«Aquí seguimos a filosofía slow», explica Luz Pena, que la gestiona junto a su marido, Antón Vázquez. Ellos tienen clara su propuesta: «Tocamos o tema da sostenibilidade, con produtos locais e da zona e apostando polo quilómetro cero desde a honestidade cos hóspedes, que son moi agradecidos». Abierta desde el 2004, dan mucha importancia a la calidad. «Temos catro habitacións dobres con moi boa lencería e primamos o descanso. Aínda que non o somos funcionamos como o hotel, dispoñibles as 24 horas». Siempre cierran entre noviembre y marzo, por lo que están planeando la apertura de esta temporada el próximo fin de semana. Será entonces cuando sus primeros huéspedes del año puedan disfrutar de uno de los dos desayunos que ofrecen. Porque si hay algo que destacar más allá de sus instalaciones, es el buen diente. Y eso incluye empezar el día con chorizo de porco celta. «Damos o servizo de almorzo Bos Días, que está incluído no prezo, e do Bataneiro, que custa once euros e leva pan, boliños, aceite de oliva virxe extra, froita fresca, tortilla de pataca, revolto con chourizo de porco celta...», explica Luz que tampoco se queda corta al hablar de las cenas: «Non temos restaurante, pero facemos unhas tostas e táboas con produto e pan galegos con tomate da horta ou queixo San Simón, por exemplo». Dormir aquí en una habitación doble superior cuesta 150 euros, mientras que el precio de la estándar es de 121, ambas con el desayuno Bos Días incluido. El cliente paga lo mismo independientemente del mes en que reserve y de la demanda que haya: «Co Resurrection xa queda reservado case dun ano para outro», indica la dueña de esta casa, que asegura que a partir de febrero ya empieza a recibir reservas para julio y agosto. Si quieres conocer alguno de estos tres hospedajes de sobresaliente, tendrás que darte prisa. Cuando te des cuenta, igual ya tienen el diez.