Es cuestión de tenerlo a la vista. Por eso Vioko (Barcelona) cuenta que los clientes que entran a comprarse un pastelito, al ver el helado, pican y se lo llevan a casa, el sitio que preferimos para tomarlo aunque no importe hacer cola en la calle para comprarlo.
¿CÓMO NOS LO COMEMOS EN NAVIDAD?
El helado aún no sustituye totalmente al postre navideño en las mesas pero sí es un buen complemento. Los clásicos postres como el flan de queso, la macedonia de frutas, la tarta de manzana o el brownie pueden armarse de gracia y salero junto al helado adecuado. También algunos platos salados pueden incluirlo como un gazpacho servido con una bola de helado de manzana dentro, según proponen para YES en La Romana, que también sugiere hacer sorbetes de cava a partir de un helado como el de mandarina. En Navidad buscamos lo especial. Y un helado muy deseado es el del auténtico panettone que hace Jordi Roca (el mejor pastelero del mundo según la revista Restaurant) en Rocambolesc, Girona. Aunque de toda la vida, el de turrón nos convence a todos.