El grupo, ahora Stellantis, pone a un vigués al mando de 8 plantas de furgonetas
04 mar 2021 . Actualizado a las 16:04 h.El portugués Carlos Tavares lo ha vuelto a hacer. El presidente de Stellantis (grupo creado de la fusión de PSA y Fiat) presentó ayer una hoja de servicios del año más difícil para la industria mundial del automóvil digna de elogio, dadas las circunstancias. Los inversores así se lo reconocieron en las bolsas de París y Milán, porque ya tiene mérito conseguir ganar 2.200 millones de euros en un ejercicio como el 2020, marcado por una brutal crisis económica y confinamientos, con cierres de fábricas, concesionarios y mercados. Pero el mago Tavares le ha dado una nueva vuelta de tuerca a la eficiencia, al aprovechamiento de sinergias entre plantas y a la productividad de las fábricas para salir airoso y con la suerte a su favor. Porque los modelos lanzados por el grupo, entre ellos el Peugeot 2008 que se fabrica en la planta de Vigo, y que ha sido el coche más vendido en España en febrero, están deparando grandes alegrías al fabricante.
Es así como Stellantis, la compañía resultante de la fusión entre los grupos PSA (Peugeot-Citroën) y FCA (Fiat-Chrysler), presentaba ayer sus primeros resultados económicos tras constituirse como consorcio el pasado mes de enero. Al ser relativas al ejercicio 2020, el nuevo grupo presentó las cifras por separado, y en ambos casos positivas. Grupo PSA, conformado por las marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel y el servicio Free 2 Move, cerró el 2020 registrando unos ingresos de 60.734 millones de euros, un 18,7 % menos respecto a 2019. El virus es la causa principal de este retroceso, aunque no ha afectado a su rentabilidad. El beneficio operativo del grupo galo alcanzó los 3.054 millones de euros, un 34,5 % menos, quedando el beneficio neto en 2.173 millones de euros, un 32 % menos. El grupo FCA, con marcas como Alfa Romeo, Jeep, Fiat, Chrysler, Dodge, RAM o Maserati, entre otras, ingresó 86.676 millones de euros, lo que representa una caída del 19,8 %, y su beneficio operativo alcanzó los 3.742 millones de euros, un 43,8 % inferior. Su beneficio neto, sin embargo, se desplomó un 99% respecto al 2019, aunque el consorcio consiguió salvar el ejercicio con 24 millones de euros positivos, gracias al mercado americano.
Una vez completada la integración de los dos grupos, ahora toca reorganizar las más de 40 plantas que componen Stellantis. Como parte de esa estrategia, la multinacional del automóvil ha ordenado sus fábricas en clústeres, en función del tipo de vehículos que producen, y a la factoría gallega la ha puesto en el denominado clúster de vehículos comerciales, junto con las factorías de Mangualde (Portugal); Ellesmere Port y Luton, en el Reino Unido; Hordain, en Francia; Atessa, en Italia; Gliwice, en Polonia y Kaluga, en Rusia. De todas estas fábricas, Vigo es la más potente, tanto en volumen de unidades (más de 300.000 furgonetas al año) como en experiencia y número de marcas (Peugeot, Citroën, Opel y Toyota). Al frente de este clúster estará el vigués José Antonio Muñoz Codina, que hasta ahora dirigía el polo ibérico de PSA (plantas de Vigo, Madrid, Zaragoza y Mangualde), además de la planta del grupo en Figueruelas (Zaragoza). Codina fu también director de PSA Vigo.
Tavares prevé un crecimiento del mercado del 10 % durante este año
«Estos resultados ponen de manifiesto la solidez financiera de Stellantis, que reúne dos empresas fuertes y sanas», remarcó en un comunicado el consejero delegado de la corporación, Carlos Tavares. Avanzó que, de acuerdo con las previsiones del grupo, el mercado europeo experimentará este año un impulso del 10 %, gracias al «crecimiento sólido» que se dará en la mayoría de los países.