Ni ducha ni vestuarios tras el partido de balonmano en Vigo

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Malestar en el Balonmano Viveiro Viajaron 250 kilómetros, tres horas en coche para enfrentarse al Carballal vigués

08 dic 2020 . Actualizado a las 21:25 h.

En el Balonmano Viveiro-Panadería de Covas no ocultan su malestar por lo acontecido este fin de semana en el partido ante el Carballal vigués en el pabellón polideportivo de Candeán, encuentro de Primera Autonómica.

Después de recorrer 250 kilómetros para llegar a Vigo, y tras tres horas de coche, a los integrantes del Balonmano Viveiro no se les permitió utilizar los vestuarios debiendo de cambiarse en la propia pista del pabellón; lo peor es que tras finalizar el encuentro, tampoco pudieron utilizar los vestuarios para ducharse, algo que sí se suele permitir a los equipos visitantes (en especial a los que viajan desde lejos).

El partido se disputó a las 20 horas en el pabellón de Candeán. Al final, a pesar de los intentos por contactar con el Concello de Vigo por parte de los dos equipos, no hubo posibilidad de utilizar los vestuarios ni las duchas.

«O noso malestar é co Concello de Vigo, non co Carballal, que chamaron ao concello vigués para axudarnos e non houbo posibilidade de contactar con ninguén», explicaba Aitor Freiría, presidente y a la vez entrenador del Balonmano Viveiro.

«É vergonzosa esta situación que vivimos en Vigo. Declaramos o noso malestar publicamente e esperamos que ningún xogador caia enfermo, e non de coronavirus, polo ocourrido no pavillón vigués», hacía público el club de Balonmano Viveiro en su cuenta de Facebook.

Aitor Freiría lo explicaba a La Voz: «Foi un fin de semana de temporal, facía frío. Os xogadores, sudando despois do partido, non tiveron onde cambiarse nin onde ducharse. E así viñeron de volta á noite outras tres horas de coche porque non houbo posibilidade. Hai máis enfermidades que o covid, tamén se pode pillar un resfriado ou unha pulmonía. Imos ter que volver xogar a Vigo contra o Porriño e o Poio e non queremos que nos pase o mesmo».

Lo habitual es que los equipos de casa se duchen en sus respectivos domicilios tras el partido, ya que se entiende que viven cerca, y los jugadores visitantes utilicen los vestuarios para ducharse y cambiarse. Así se hace también en el fútbol en categorías modestas.

Los jugadores de fútbol, de Tercera, realizan PCR cada semana. En balonmano no y usan mascarilla en los partidos.