La ría de Vigo se tiñe de colores con el espectáculo pirotécnico de Bouzas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ÓSCAR VÁZQUEZ

Entre 30.000 y 40.000 espectadores disfrutaron de cuatro tiradas de fuegos de luminotecnia

22 jul 2019 . Actualizado a las 13:01 h.

Un clásico del verano: los fuegos artificiales de la villa de Bouzas tiñeron de color y olor a pólvora la ría de Vigo al filo de la medianoche. Los mejores de la ciudad. Había grandes expectativas teniendo en cuenta el magnífico espectáculo del año pasado que dejó el pabellón muy alto. Entre 30.000 y 40.000 espectadores disfrutaron de cuatro tiradas de fuegos de luminotecnia que en unos segundos se esfumaban en el cielo en una cascada de colores en medio de la noche. Una lucería que se apagaba en el aire.

El retumbe de los foguetes se oyó en todo Vigo y llegó hasta la costa de O Morrazo. Veleros y barcos se apostaron en las inmediaciones del puerto vigués para disfrutar del espectáculo pirotécnico, que se caracteriza por la belleza de sus reflejos en el mar. Mucha gente prefiere subirse a los altos porque se ve mejor que entre la muchedumbre.

Una de las novedades de esta edición fue que la comisión de fiestas de Bouzas eliminó los fuegos de palenque por razones de seguridad y como medida preventiva, dado que las tiradas de bombas podrían dañar el depósito de coches del cercano recinto portuario. En cambio, las luces se disipan en el aire.

Miles de personas se apostaron a lo largo de la playa y el relleno de Bouzas para disfrutar de una velada veraniega, aprovechando el calor de la noche, a 22 grados y sin nada de viento. Tras un domingo de playa, muchos vigueses remataron la jornada en Bouzas o subieron a las cimas de los montes de O Castro y A Guía a ver los abanicos de colores.

Este año contó con el atractivo añadido de que diversas navieras se sumaron a la costumbre de fletar barcos, que incluían un ágape a bordo, para divisar los fuegos desde el mar y en los que no se escatimó escenografía lumínica.

Circunnavegación y Luna

Estas fiestas de Interés Turístico de Galicia se combinan con la poesía, razón por la que lo denominan un festival poético piromusical. Entre tirada y tirada, mientras se disipa el humo, desde megafonía se lee un recital poético y suena un hilo musical. Las lecturas se van intercalando entre acto y acto. En esta edición, los textos se inspiraron en la temática de las grandes exploraciones. Quisieron conmemorar los 500 años de la primera vuelta al mundo por mar dirigida por Magallanes y Elcano, así como la celebración de los 50 años de la llegada del hombre a la Luna. Al público le encanta la combinación de música y luces, una fórmula que se ha consolidado con el tiempo.

Como señalaba ayer el presidente de la comisión de fiestas de Bouzas, Javier Grande, cada espectáculo pirotécnico es una sorpresa porque nadie sabe lo que ha preparado el artificiero hasta el mismo momento en que lanzan los cohetes. Quedó un grato recuerdo de los del 2018. «Los del año pasado fueron excelentes, estuvieron muy bien», dijo antes del evento, con la expectativa de superarse año tras año.