Los Betas, el poder del miedo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La Policía Local sospecha que la banda latina se ha reactivado en la zona de Pizarro y las víctimas de un atraco temen testificar en un juicio contra dos miembros

08 feb 2019 . Actualizado a las 11:43 h.

Los Betas han reaparecido. La cúpula de la banda latina acabó en prisión provisional pero contaba con medio centenar de miembros y, según expertos policiales, algunos se han agrupado para volver a actuar con su método habitual. El problema para desmantelar al resto de la pandilla es que algunos testigos dijeron ayer en el juicio que tienen miedo a declarar contra la banda. Pidieron protección cuando acudan a los tribunales.

La cúpula fue condenada hace un mes por un atraco y ayer, dos miembros fichados comparecían en otro juicio, que se suspendió. En los pasillos hubo problemas porque el acusado en libertad merodeaba por los pasillos cerca de una víctima de 17 años y, al parecer, hizo un gesto que atemorizó al testigo. Para evitar más tensiones, la letrada llevó al reo a un banco apartado.

Los padres del menor lamentan que el juzgado no les autorizase que su hijo declarase por videoconferencia pues tiene miedo de que Los Betas se queden con su cara. El juzgado denegó ayer la declaración a distancia porque el menor vive en Vigo. Hace poco tuvo que ir a Pontevedra a declarar a la Audiencia. La solución que le ofrecen es que si vuelve a tener roces con Los Betas por la calle, los denuncie al momento.

La madre del menor amenazó con no llevar a testificar a su hijo la próxima vez pero el tribunal le recordó la obligación de comparecer pues afronta multas de 200 a 6.000 euros si no viene. Para la progenitora, parecía más lógico pagar la multa que arriesgarse.

Víctimas y acusados entran juntos por la puerta del juzgado y están sentados uno frente al otro en el pasillo antes del juicio pues no hay espacios separados.

Doce años de cárcel en juego

La cúpula de la banda lleva en prisión provisional desde septiembre pero los secundarios quedaron en la calle con juicios pendientes. El Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo citó ayer a un lugarteniente de la banda, que está en prisión provisional, así como a un cómplice. El juicio se aplazó porque la citación a un testigo fue devuelta por Correos

En el juicio suspendido de ayer, el lugarteniente peruano E.R. y el senegalés O.S. afrontaban un total de doce años de cárcel por tres robos con violencia con medio peligroso y abuso de superioridad. Los asaltos fueron en la madrugada del 19 de julio del 2017, en Eduardo Cabello, en Bouzas. Supuestamente, abordaron a un adolescente de 16 años y tres amigos, dos de 15 años. La banda preguntó la hora a uno, lo inmovilizó y le quitaron su móvil. A otro lo amenazaron con una navaja y le quitaron 15 euros y el celular. A un tercero lo abofetearon sin lograr el teléfono y a otro lo rodearon cinco compinches y lo desvalijaron a punta de navaja.

Un año después, un golpe de la Guardia Civil desmanteló la banda en Vigo y la cúpula fue encarcelada. Pero hay sospechas de que Los Betas se han reconstituido. La zona más frecuentada ahora por la pandilla latina, según fuentes policiales, es la calle Pizarro, cerca de un área comercial y un parque. Así lo constatan algunos ciudadanos que denuncian asaltos. Las patrullas locales han levantado varias actas e identificado a pandilleros.

El sistema no ha cambiado. Los restos de la banda, a veces una docena, aprovechan su superioridad numérica para abordar y rodear a las víctimas. Provocan una pelea para distraerlos y quitarles al descuido el teléfono móvil a sus víctimas. Se lo pasan unos a otros y el aparato se esfuma.

Todo apunta a que han expandido su territorio desde la estación de tren de Urzaiz, donde antes tenían su base, hasta el antiguo hospital Xeral, donde se ha reconocido a varios miembros.