Ponen en venta por 2,5 millones el club Vitiza, leyenda negra de la A-52

alejandro martínez PONTEAREAS / LA VOZ

O PORRIÑO

GUSTAVO RIVAS

El propietario del local fue condenado por prostitución de una menor hace dos años

27 oct 2017 . Actualizado a las 09:06 h.

Los clubes de carretera están dejando de ser un negocio. El próximo que desaparecerá será el Vitiza, un edificio ubicado en el alto de Confurco, al pie de la A-52, que destaca cada noche por sus llamativas luces de neón. El dueño del local ha decidido ponerlo a la venta y lo anuncia en páginas del sector inmobiliario por un precio de 2,5 millones de euros. Así ha tasado este edificio de 2.000 metros cuadrados que ocupa un terreno de 7.000. Una residencia de ancianos podría ser el futuro uso de estas instalaciones que cuentan con 35 habitaciones. Al menos es lo que recomienda el vendedor en el anuncio que ha puesto para captar compradores.

Se acaba así un negocio que inicialmente fue concebido como un restaurante para grandes celebraciones, pero cuya función se derivó hacia el mundo de la prostitución, lo que lo tuvo en diversas ocasiones en el foco de las crónicas policiales.

El empresario fue condenado en 2015 a un año de prisión y al pago de una multa de 2.160 euros por un delito de favorecimiento de la prostitución de una menor. De nada le valió al acusado sostener que desconocía que una de las chicas no había cumplido los 18 años en noviembre de 2011. Una inspección de la brigada de Extranjería de la Policía Nacional localizó a una joven que por entonces tenía 17 años y que se encontraba en una situación irregular en España.

Además, tuvo que sentarse en el banquillo junto con otras seis personas a raíz de una investigación policial por delitos de inmigración clandestina, prostitución, grupo criminal, trata de seres humanos, prostitución de menor y blanqueo de capitales. En esta ocasión la operación policial se llevó a cabo a raíz de la denuncia de una víctima, que se convirtió en una testigo protegido y que fue la que destapó la red, que operaría en una tienda de artesanía africana de Valencia. Esta trama utilizaba el vudú para someter a las mujeres a las que obligaban a ejercer la prostitución.

Otra intervención policial que se desarrolló hace casi 20 años se saldó con la detención de doce mujeres que carecían de documentos que acreditasen su estancia legal en el país. Por este motivo también se le abrió un expediente administrativo al empresario.

El suceso más truculento relacionado con este local ocurrió hace diez años. Un joven de Santiago estranguló a su novia boliviana, que era empleada del club de alterne, en el domicilio que ambos compartían en O Porriño. El propio autor llamó a la Guardia Civil y confesó los hechos.