Ana Baneira: «No es mi basura, pero sí mi planeta y quiero cuidarlo»

manuel de la chica / R. D. A CORUÑA / LA VOZ

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Ana Baneiro

La joven coruñesa recorre 1.500 kilómetros para concienciar sobre la contaminación

31 jul 2020 . Actualizado a las 00:00 h.

Desde hace veinte días, cuando se levanta, Ana Baneira (A Coruña, 1998) sale del saco de dormir, lo enrolla, lo guarda en su mochila, recoge su tienda de campaña y empieza a andar. La primera etapa de su andadura empezó en A Guarda. Esa noche no sabía dónde iba a dormir. Tampoco la noche siguiente. Solo sabe que su destino es Ribadeo y que su camino es la costa gallega.

«Hay días que monto la tienda en los pinares que suelen estar al lado de las playas, pero el martes, por ejemplo, una señora a la que le conté lo que estaba haciendo me acogió en su casa», cuenta Ana. Lo que está haciendo es eso, recorrer la costa gallega de una punta a otra para enseñar en redes sociales -su cuenta en Instagram, @baneiraaa tiene más de 1.300 seguidores- «la belleza de las playas, acantilados y cultura de Galicia» . Pero su camino tiene también otro propósito: concienciar para lograr un planeta más limpio.

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Los primeros diez días de esta aventura se resumen en lugares preciosos como a Costa da Vela y O Grove, atardeceres increibles, personas maravillosas pero también en mucho calor, asfalto, primeras ampollas y cada vez más basura! PD: En historias destacadas podeis seguir la aventura desde el primer día ?

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Mientras camina, Ana va mirando los bordes del camino y, cada vez que ve desperdicios humanos, se detiene para recogerlos. «Lo que más encuentro son latas, botellines, pañuelos y cajetillas de tabaco», señala.

Esta coruñesa cuenta que donde más basura se ha encontrado es en los arcenes de la carretera. «Aunque no creo que se pueda justificar, puedo entender que alguien tire una lata en el campo porque le moleste cargar con ella hasta una basura, pero no comprendo cómo alguien puede tirar una lata por la ventana del coche», confiesa. Por eso, cuando Ana ve basura, la recoge y la guarda en una bolsa. Al final del día, lo pesa en una pequeña báscula y lo tira a un contenedor. Dice que cada día encuentra cerca de un kilo de desperdicios. Ya lleva casi veinte en las tres primeras semanas de travesía.

En dos meses

El camino de Ana incluye 1.498 kilómetros y el paso por 987 playas, 44 faros y tres provincias. Quiere poder concluirlo antes de septiembre.

Al propósito de su viaje, que encuadra bajo el lema «no es mi basura, pero sí mi planeta», ya se están empezando a sumar otras personas que comparten imágenes a redes sociales junto con la etiqueta #NoEsMiBasura. «Un gesto tan simple como agacharte a recoger un residuo del suelo ayuda a cuidar nuestro planeta y a concienciarnos», concluye esta coruñesa.