Restauran piezas que forman parte de un Calvario único en Galicia
18 dic 2025 . Actualizado a las 01:51 h.Una de los grandes tesoros de la Semana Santa de Cangas, la única del sur de la provincia que es Festa de Interese Turístico, es un Calvario, pieza que recuerda la muerte de Jesucristo en la cruz, que es único en Galicia por su composición. Un reciente análisis histórico, en el que colaboró el investigador Julio González, confirmó que se utilizaba en las celebraciones del Viernes Santo y que es «singular» por su combinación de imágenes de bulto redondo con tablas policromadas de los Ladrones del Calvario, Dimas y Gestas. Estas dos últimas piezas son los tesoros que están tratando en la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia para que recuperen su esplendor.
Esta misma semana, miembros de la junta directiva de la Cofradía de la Misericordia Gremio de Mareantes de Cangas de Morrazo visitaron el centro en Pontevedra para conocer de cerca el estado de las tablas policromadas de Dimas y Gestas. No esconde que la restauración de alargará durante el próximo año y que «resultará muy difícil que las piezas puedan estar disponibles para la Semana Santa 2026», indican. Las técnicas son complejas y los trabajos y se deben hacer con mucho mimo. «Es un anhelo del todo el pueblo recuperar el esplendor de este legado», añaden los cofrades.
Los restauradores también han insistido en la importancia de recuperar otros elementos del antiguo Calvario que todavía pueden conservarse. Una de las piezas prioritarias es el estípite, el poste de una de las cruces que sostiene a uno de los ladrones. «Aunque inicialmente la cofradía no había previsto su recuperación, se comprometió a estudiar esta posibilidad», indican. Es decir, todo dependerá del presupuesto que logren reunir.
Que las tablas de Dimas y Gestas hayan llegado hasta estos días se debe, en parte, a la labor discreta, pero decisiva, de Suso Caramuxo. Los cofrades destacan que estas piezas se mantuvieron «al celo y la responsabilidad personal con la que custodió las obras durante años. A pesar de su estado de deterioro, él siempre sostuvo que el pueblo debía recordar su existencia», cuentan. Caramuxo insistía que se debía promover su recuperación para no perder dos joyas del legado de la Semana Santa de Cangas. «Sin su labor, el conjunto podría haberse perdido definitivamente», concluyen.
Los restauradores ya avisaban cuando recibieron las obras de que se habían salvado por poco. «Presentaban un grave deterioro», indicaron, sorprendidos, porque dos piezas de «relevancia patrimonial» se perdieran en la historia y en el tiempo, sin que nadie se percatase del gran valor patrimonial y artísticos de las dos tablas policromadas de la Semana Santa de Cangas.