Desahuciado por okupar la casa de su abuela sin permiso de sus familiares en Vigo
VIGO
El nieto y otras personas residían en la vivienda con la herencia sin dividir
05 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Justicia ha ordenado el desalojo de un nieto que okupa la casa de su difunta abuela en contra de los deseos de los demás herederos. Un juez llegó a notificarle por cuatro veces sin éxito en el 2022 que tenía que comparecer en un juicio de desahucio, el cual se celebró en su ausencia dos años después. Un familiar lo había demandado y quería desahuciarlo por okupar en precario y sin título válido la casa que pertenecía a una herencia que aún no había sido dividida, a lo que hizo oídos sordos.
En el testamento, su abuela instituyó como herederos al demandante y a su hermana, acordando legar a los nietos (entre ellos el okupa) la parte legítima que les correspondía. La Audiencia concluye que dicho nieto no acreditó que tuviese un título válido para habitar la vivienda que ocupa en la actualidad.
Han pasado tres años desde que los funcionarios acudieron al domicilio a avisar al nieto de que un pariente lo había demandado. Al parecer, vivía con otros ocupantes desconocidos. Uno de los herederos pidió que desalojasen la finca y un juez ordenó en el 2024 que la dejasen libre porque de lo contrario enviaría a una comisión judicial a echarlos y cambiar la cerradura de la casa. Finalmente, la sexta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, confirma el desahucio en una sentencia del 6 de octubre del 2025.
El caso fue estudiado primero por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Vigo en febrero del 2024. El nieto apeló a la Audiencia Provincial y pidió la nulidad del procedimiento ya que se sentía indefenso porque el juzgado lo había citado para juicio mediante edictos y no personalmente. Y reprochó que el juzgado depositase la citación en un buzón que podía abrir también el demandante, lo que podía dar lugar a maniobras. Pero la Audiencia zanja el asunto porque el nieto fue citado por edictos ante la «imposibilidad» de comunicárselo en persona.
El demandado puso como dirección para las citaciones judiciales el domicilio en la que reside y del que quieren desalojarlo. Unos funcionarios judiciales acudieron hasta en cuatro ocasiones a dicha vivienda para emplazarle a acudir al juicio por desahucio entre enero y septiembre del 2022 y a distintas horas. No hallaron al demandado y le dejaron avisos en la puerta de la vivienda y en el buzón. El juzgado pidió a la Policía Judicial de la comisaría de Vigo que hiciese averiguaciones para descubrir si el nieto tenía más domicilios donde pudiera ser localizado.
Se hizo a través de edictos y luego el demandante pidió la celebración del juicio. El nieto fue citado dos años después, en febrero del 2024. Esta vez enviaron la citación por Correos y la recogió el okupa doce días antes de la vista judicial. En el papel iba el motivo del juicio y los nombres de él como demandado y el del demandante. Por ello, tuvo «antelación suficiente» para saber que existía ese juicio. No se personó el día indicado y cuando le llegó la sentencia con la orden de desahucio pidió la nulidad de las actuaciones y que se revocase su declaración de rebeldía procesal.