
La constructora urbanizó en el 2024 y ya entregó el espacio sin edificar al Concello
06 jul 2025 . Actualizado a las 21:39 h.Es un archipiélago de zarzas salpicado de defecaciones de perro, donde los matorrales del tamaño de un árbol crecen y enmascaran los muros de piedra de una vieja casa de 1920. Tiene su patín, escalera de piedra exterior que da acceso al piso de arriba. Está catalogada, pero se cae a pedazos. Junto a la vivienda había un taller mecánico de reparaciones navales que se expropió y derribó para abrir la nueva plaza hacia la calle Covadonga, en Bouzas.
La zona lleva un año abandonada después de que Civis Global ejecutase la urbanización de las calles y las tomas de electricidad. La obra se entregó al ayuntamiento a finales de diciembre El espléndido espacio suma más de 2.750 metros cuadrados entre las calles Tomás A. Alonso y Covadonga justo detrás del mercado de abastos y al lado de la sucursal de Correos. Las construcción de las calles de cemento y colocación de bancos se terminó hace un año. En la zona está prevista la construcción de cinco edificios de viviendas nuevas que tendrán una altura similar a los que rodean la plaza. En teoría deben de ser de dos plantas más un bajo, pero la altura de cada una es un enigma porque los proyectos de construcción, por ahora, se desconocen.
Mascotas
La plaza se utiliza para pasear mascotas, como hace José Luis Rodríguez, uno de los que camina con su perrito, un cruce de chihuahua. «Esto lleva mucho tiempo parado. Cuando terminen de construir ya veremos como queda». Rodríguez ha cumplido 57 años y sufre una tendinitis crónica en los brazos. «Los tengo reventados de manejar el cuchillo doce o trece horas al día en la hostelería de Canarias». Y añade: «Solo tengo fuerzas para pasear a Minchas, mi mascota, que ya ha cumplido quince años».
Paula García, una estudiante de Nutrición que trabaja de camarera, afirma que «preferiría que esto fuera un parque entero, porque van a construir y dejar unos caminos estrechos entre las casas y en Bouzas no hay zonas verdes». García se muestra tajante: «Esto está un poco dejado, no veo que vengan a limpiar». Señala que «hay papeleras con basuras sin vaciar» y recuerda que en Bouzas «solo está prácticamente a alameda como zona de juego y se encuentra colapsada» .
Casas seculares
La casa del patín que está en ruinas es una autentica selva. En todo el entorno hay plantas de hierbabuena, manzanilla y numerosas pintadas. «Para dejarlo así, mejor que no hubieran hecho nada», se queja un paseante. La placita se ha convertido en una gigantesca letrina para perros. Sus dueños suelen recoger los detritos, pero hay restos de excrementos y colillas en el suelo.
En el entorno de la plaza una casa en ruinas ha sido vaciada y la empresa Resigal traslada los escombros a la tolva una y otra vez. El edificio en ruinas, que cumplió un siglo, está situado junto a la casa de patín por la que asoman las zarzas. El trabajo de la excavadora deja a la vista la arena de playa que hay debajo del asfalto. El mar llegaba a Beiramar y las primeras casas de Bouzas se construyeron sobre la arena. Ya son centenarias.