Empezó en benjamines y a sus 20 años, compagina primer equipo y filial
01 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Manu Pérez (Cangas, 2004) no va convocado con el primer equipo del Cangas en Asobal, tiene la oportunidad de sumar minutos con el filial, el Luceros; algunos fines de semana, según los horarios, participa incluso con los dos. Es el momento actual en un camino que comenzó en benjamines, animado porque su hermana y una prima también practicaban este deporte. No fue el único para él. «Tuve un año de tránsito en el que también hacía fútbol, pero era demasiado y me tuve que decantar», señala.
Empezó a tener contacto con el primer equipo siendo juvenil de primer año y esta es ya su quinta temporada, calcula. «Siendo cadete de segundo año, el entrenador ya me había hablado de ir a hacer la pretemporada al año siguiente para ir acostumbrándome», recuerda. Y después, solía subir algún día a entrenar hasta ir ganando cada vez más protagonismo.
Todavía no es un fijo en las convocatorias, de ahí que siga contando para el filial, pero trabaja para que este sea el año de su consolidación, confiesa. «Intento trabajar para ir convocado la mayor cantidad de partidos que pueda y aportar al máximo», apunta. También es consciente de aquellas cuestiones donde debe le queda más margen de mejora. «Tengo que coger más confianza a a hora de dirigir al equipo y fijarme más en quién tengo al lado, saber lo que puede venir bien en cada momento», reflexiona.
Nacho Moyano le pide «esfuerzo y sacrificio» para seguir creciendo como jugador. Y al técnico le agradece su filosofía por la cantera. «Es un entrenador que apuesta por los jóvenes, que intenta darnos las máximas oportunidades. Se agradece que nos dé esa confianza», valora.
Socio de la Marea Azul
En su caso, cada oportunidad con el primer equipo es cumplir un sueño y verse al otro lado del pabellón de O Gatañal. «Desde que era niño, mis padres ya eran socios de la Marea Azul y todavía ahora lo sigo siendo», revela. Siendo muy pequeño, ya anhelaba convertirse en uno de los jugadores a los que alentaba desde la grada. «Cuando era cadete y tenía la idea de que iba a entrenar con ellos, era muy ilusionante», ahonda.
También agradece la manera en que el primer equipo del Cangas, donde también hay jugadores veteranos y foráneos, acoge a los que suben. «Es un vestuario impresionante donde ser joven no es ninguna complicación. No hay novatadas ni nada de eso, te intentan ayudar al máximo desde el principio», agradece. Su caso no es único, sino que hay otros canteranos como Juan Rodríguez o Mateo Pallas que también entrenan habitualmente con Nacho Moyano.
Inicio esperanzador
Manu Pérez hace una valoración positiva del inicio liguero del Cangas en Asobal, aunque no sabe si les dará o no para poder tener un fin de temporada tranquilo. «Estamos compitiendo todos los partidos, independientemente de quién sea y cómo juegue el rival, dando el máximo. Creo que podemos acabar la primera vuelta con algún punto más que la temporada pasada, pero habrá que ver si llega para que sea más tranquila», plantea.
De momento, este estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Pontevedra apunta, de cara al partido de mañana frente al Ademar, que en O Gatañal no se puede descartar nada. «Es un rival complicado, que juega competiciones europeas, pero nuestra pista tampoco es fácil para ningún rival», considera. Cree que la clave de este partido puede estar en «salir enchufados» y ponérselo difícil al contrario desde el primer momento.