El bombero muerto en Vigo hacía de sargento sin la formación obligada, por la falta de personal

J. R. VIGO / LA VOZ

VIGO

Sergio Sanlés también ejercía como responsable del parque de Coruxo cuando estaba de guardia, a pesar de ostentar una plaza básica

26 may 2024 . Actualizado a las 14:37 h.

El infortunio que implicó ayer la muerte del bombero Sergio Sanlés en un edificio en ruinas en el número 127 de la avenida de Beiramar afloró una situación que nada tiene que ver con el triste suceso, pero que sí recuerda la precariedad a la que está sometida esta plantilla de funcionarios integrada en la Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Vigo. Sanlés, en el dispositivo iniciado ayer, ejercía de mando. Le acompañaban otros cinco bomberos, y Sanlés, a pesar de carecer de la formación obligatoria, hacía las funciones de un sargento. Explican en el cuerpo de emergencias que la plantilla se divide en cinco categorías: bombero raso, cabo, sargento, suboficial y oficial. Sergio Sanlés, siendo bombero raso, asumía labores propias de un puesto dos categorías por encima del suyo: sargento. A mayores, Sanlés, en los turnos que trabajaba, asumía las funciones de responsable del parque de Coruxo por esa condición interina de sargento a pesar de no contar con la formación obligada.

La realidad laboral de la plantilla de bomberos de Vigo en general, y de Sergio Sanlés en particular, nada tiene que ver con la tragedia de ayer en el 127 de Beiramar. La dotación comandada por Sanlés la integraban seis funcionarios, hicieron las labores previas de balizado y prosiguieron con el trabajo: inspeccionar el edificio ruinoso, al que se le había desplomado el tejado y las vigas que lo sustentaban. Otra cuestión implica saber si esa responsabilidad, anterior a la tragedia y sin que afectara a la misma, puede tener responsabilidades para el Ayuntamiento. Los bomberos de Vigo consultados ayer coincidían al aclarar que Sanlés tenía los conocimientos para ejercer el trabajo que le asignaban los mandos responsables de organizar el departamento; cuestión aparte es que pudiera hacerlo, porque se trata de una administración pública en donde cada puesto requiere de una formación concreta y es necesario superar las pruebas para ejercer los puestos.

Voluntarios en masa

El fallecimiento de Sergio Sanlés, poco antes de las 11.30 horas de ayer, desencadenó la presencia en el parque de Teis de más de 30 compañeros que no estaban de turno. Fue espontáneo y buscaban ayudar a los funcionarios que sí estaban de guardia para que descansaran por la dificultad emocional que atravesaban.