Seis meses sin agua potable en un instituto de Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Los análisis detectaron exceso de plomo y más metales tras una obra en Beade

24 may 2024 . Actualizado a las 00:16 h.

Hace más de seis meses que el Concello detectó que el agua del IES de Beade no es potable y la comunidad escolar sigue sin poder hacer uso de ella. Así lo indican los carteles de advertencia colgados en el centro. Hay peligro de que el suministro contenga presencia de metales con valores superiores a los recomendados por las autoridades sanitarias. El centro se encuentra a la espera de que las analíticas realizadas la semana pasada confirmen si ya se puede beber o si la situación no se normalizará hasta la vuelta de las vacaciones de verano, dado que el fin de curso cada vez está más cerca.

«Me parece muy fuerte que, a estas alturas, el problema no se haya solucionado todavía y que sea el propio colegio el que haya tenido que costear el suministro alternativo de agua a nuestros hijos», comentaba Ceila, madre de una alumna a la que ayer esperaba a la salida del instituto.

El colegio ha tenido que comprar agua embotellada para saciar la sed de estudiantes y profesores. Los alumnos ya se han acostumbrado a llevar botellas de plástico desde su casa. Cuando se les acaba el agua que llevan, acuden a conserjería a rellenarla. También en la cafetería del instituto se la dan gratis, afirma una alumna. «No les podemos dar botellas individualmente, pero ellos rellenan las botellas cuando lo necesitan», afirma la directora del centro, Liliana Saco.

La comunidad escolar confía en que los filtros y válvulas instaladas durante los últimos días en el instituto hagan que el agua del colegio se pueda volver a beber. Se han hecho modificaciones en las tuberías, tanto en el interior como en el exterior del instituto. El primer análisis en el que se detectó que el agua no era apta para el consumo humano data del mes de noviembre del año pasado. El Concello detectó unos valores anormales de plomo en el agua del grifo. Aún así, la comunidad escolar continuó consumiendo el agua porque, desde la administración local, no se comunicó esta circunstancia al instituto. No fue hasta el mes de febrero cuando la directora se interesó por los resultados de los análisis. Fue entonces cuando el instituto prohibió su consumo. La medida se mantiene a día de hoy porque, pese a que la Xunta y el Concello tienen constancia de que la presencia de plomo ya no representa un peligro, han detectado la presencia de otros metales en valores anormales.

Falta de información

La falta de información a la comunidad escolar ha sido una tónica dominante en este caso. En primer lugar porque estuvieron meses consumiendo agua sin saber que tenía un exceso de plomo. Pero también desconocen cuáles son las causas de que esto haya ocurrido. La directora del centro afirma que no lo saben a ciencia cierta. Al principio del curso se cambió una de las tuberáis de abastecimiento, obra que podría estar relacionada con el problema. La concejala de Educación, Olga Alonso, manifestó que los resultados de los controles que se hicieron en el exterior del centro educativo fueron óptimos, por lo que aseguraba que la falta de potabilidad detectada era una competencia de la Xunta. El IES de Beade cuenta con 460 alumnos y 48 profesores. Sus quejas por el mal estado del agua no han servido para que, en seis meses, el problema se haya solucionado. La directora reconoce que, al menos, ha servido para que el Concello preste atención a otras necesidades de la comunidad educativa. Ha procedido al repintado del exterior del instituto y de pasos de peatones, que tanto reclamaba la comunidad educativa y de lo que también se había hecho el grupo municipal del PP.