Las de A Sangriña afrontan la vuelta de su segunda semifinal continental con un gol de renta y en su mejor momento de la temporada
25 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La profecía de África Sempere está cerca de su cumplirse. La alicantina se preguntó en enero, antes del cruce con el H71 de Islas Feroe, por qué el Guardés no podía soñar con ganar la Copa Europea. Lo hacía tirando de historia: «En los últimos años, esta competición se la han llevado equipos españoles y con un poco de fortuna en los cruces, ¿por qué no podemos soñar con que se puede ganar la Copa?», comentó a La Voz.
Tres meses después, y con el equipo en el mejor momento de la temporada, la posibilidad de meterse en la primera final continental del conjunto de A Guarda es real. Las de Ana Seabra afrontan esta tarde (19.30 horas) en A Sangriña el partido de vuelta de semifinales con un gol de ventaja de la ida ante el Elche (22-23) pero conscientes de la dificultad del partido. «Un gol no es nada, pero claro que es mejor que traer una desventaja. Ya sabemos que en balonmano se pueden pagar caros los errores. Así que hay que entrar al partido como si la eliminatoria estuviera 0-0 y fuese una auténtica final», comentó la entrenadora en la previa. Seabra habla de responsabilidad y ambición a partes iguales.
Para la escuadra guardesa, esta esa la segunda semifinal europea de su historia. La primera, ante el Málaga, acabó con derrota en los dos partidos. En A Sangriña, las gallegas habían perdido de cinco goles (18-23) y la vuelta en suelo andaluz fue poco más que un trámite.
Ahora, la batalla está abierta por completo y el cuadro local contará con casi todos sus efectivos. Patrícia Lima y Estefanía Lima no jugaron el miércoles contra el Bera Bera para estar al 100% el sábado. Nazaret Calzado es duda, pero todo apunta a que forzará. La mala noticia vuelve a ser Júlia Nuez, que sufrió un mal gesto en la rodilla contra el conjunto donostiarra en su regreso a las pistas tras tres meses apartada por una fascitis plantar.
El Elche, que en la liga aventaja en dos puntos al Guardés, y que ganó los dos partidos del torneo doméstico, no será un rival fácil. Además, está descansado después de viajar el pasado miércoles para jugar en liga ante el Porriño. Su principal hándicap son la bajas de Danila e Ivet Musons, pero cuenta con un plantel de garantías.
En la competición europea de balonmano los goles fuera de casa no valen doble y si el conjunto ilicitano gana por un gol, el pase a la final se resolverá desde la línea de siete metros.
Lleno y apoyo cangués
En A Guarda esperan un lleno a rebosar del recinto de A Sangriña, que en esta ocasión recibirá el refuerzo de la Marea Azul del Cangas, que se desplaza hasta A Guarda en un gesto que el club local entiende como de hermanamiento entre aficiones. «Creemos que A Sangriña va a estar llena y eso es un plus muy importante para nosotras», dijo Seabra. El infierno lo será más que nunca con la esperanza de que caiga el último muro que se le resiste al Atlético Guardés.