El alcalde dedicó más tiempo a su política que a los premiados
23 mar 2023 . Actualizado a las 22:31 h.La cadencia solemne del aria de la Suite en re mayor, de J. S. Bach abrió anoche la ceremonia de entrega de los premios Vigueses Distinguidos, los primeros sin obligatoriedad de mascarilla tanto en el escenario como en las butacas desde que la pandemia borró del calendario la normalidad de la viguesísima gala, recuperada antes, pero con protección contra microgotas. Arrancó la ceremonia enmarcada en un rojo intenso y proyecciones sobre el telón de obras municipales, como el ascensor Halo, el de desaparecida plaza de la Estación convertida en apeadero de coches, o la Porta do Sol, con las palabras del italiano del Piamonte Roberto Cavallo. El presidente del clúster del automóvil y director general de Denso, la corporación japonesa con sede en Vigo desde hace 18 años que fabrica climatizadores para coches, fue el encargado de abrir el evento con la lectura del bando de la Reconquista, que recibió como «un gran honor» recordando además que sus dos hijos nacieron en esta ciudad «con muchos puntos en común» con la de sus orígenes.
A continuación fueron pasando a recoger sus premios los galardonados en esta edición, sin posibilidad de pasarse de tiempo ni salirse del guion, ya que se emitieron sus mensajes grabados previamente y después, cada uno recogía sus distinciones de manos del alcalde. Primero lo hicieron los colectivos, y después las personas destacadas a título individual. No todas pudieron estar en modo presencial, como la actriz María Castro, que hizo lo imposible por cuadrar sus maratonianas sesiones de grabación, pero no lo consiguió. Del madrugón de hoy a las 5.00 no la libró ni Abel Caballero.
La Pequeña serenata nocturna de Mozart ejecutada por la Orquestra Clásica de Vigo dio paso a la entrega de las medallas de la ciudad, al periodista Ceferino de Blas a título póstumo, que recogió emocionada su viuda, la también periodista Marisa Real, y a los astilleros Armón, que recibió su director, Santiago Martín. Finalizó el acto el alcalde con un discurso de diez folios por las dos caras en el que el 70% inicial era contenido electoralista. El regidor, tras recordar los constantes aldraxes a la ciudad, alabó los hitos de su incombustible mandato: las becas de inglés, las escaleras mecánicas y rampas, la imagen de marca de la ciudad y la eclosión del turismo, «a garantía do tren de alta velocidade Vigo-Ourense por Cerdedo, máis museos, o Perte de Stellantis no que eu fixen de intermediario, o aeroporto, que xa ten tanta vida», y en definitiva, «o orgullo de ser de Vigo, a pesar dos que trataban de que sempre houbera outras cidades por diante, pero agora, como canta Bob Dylan, «the answer, my friend, is blowing in the wind». A continuación remató un repaso a los premiados resumidos en tres líneas para cada uno.
MEDALLA DE LA CIUDAD
- Astilleros Armón
- Ceferino de Blas
VIGUESES DISTINGUIDOS
- Centros educativos con 50 o más años: CEIP Mestres goldar, CEIP Ramón y Cajal (Picacho), Colegio Plurilingüe Nosa Señora da Esperanza; y ex aequo a los clubes deportivos Racing de Castrelos F.C. y Club Deportivo Valladares.
- Ana María Ulla Miguel, astrofísica
- Mariana Carballal, actriz
- África González, inmunóloga
- Miguel Martínez Méndez, entrenador y seleccionador de baloncesto
- María Castro, actriz
- Antón Vidal Andión, vicevaledor del ciudadano
- Paco Amoedo, boxeador e impulsor del boxeo
- La maratón Vig-Bay y su impulsor, Eduardo Vieira Montenegro.