
El espacio feminista A Morada se abre los lunes a la queja como terapia colectiva y de acceso libre
09 mar 2023 . Actualizado a las 00:51 h.Rosmar es uno de esos verbos en gallego de difícil traducción exacta, pero aproximadamente vendría a ser algo así como quejarse por lo bajinis de cualquier asunto posible. El diccionario de la RAG lo define así: «Emitir sons confusos ou palabras incomprensibles como mostra de enfado ou de protesta». Expresiones como «deja ya de rosmar» sirven para tratar de aplacar ánimos encendidos que se cuecen a fuego lento.
Sobre ese particular modo de entender la vida, versa Patio de Rosmonas, actividad gratuita que hace menos de un mes comenzó en el espacio feminista A Morada. Majo Gayoso, una de las tres socias fundadoras del colectivo, explica que «aquí podes vir a rosmar cando che de a gana porque non hai límites para o rosme», ríe, «pero se trataba de facer un espacio máis de barra libre, a tope todas xuntas, para vir a compartir as queixas, o mal día que teñas, as dúbidas, ou as cousas que te poñan de máis mala uva», aclara. La elección del lunes es un clásico que no requiere explicación porque es el día de la semana con menos fans (el más rosmable, por tanto), y la cita es de 18.30 a 19.30 horas. Sesenta minutos para compartir al lado de Majo, que se define como «unha rosmona de moito pistón e longo percorrido». Según cuenta, empezó muy pronto. «Xa rosmaba desde ben pequena, ao final dunha bronca, xusta ou non, do meu pai», recuerda. «E pechábame na miña habitación e rosmaba as inxustizas do mundo no lugar de gritalas ós catro ventos. Rosmaba as diferencias cos meus irmáns cando nena, o non poder saír coma eles de adolescente, as diferencias salariais cos meus compañeiros de adulta, e logo estaba a rosmada íntima, aquela que tiña que ver ca liada do pensamento, coas augas turbias da cabeza que non acougan ata que as botas fora», explica la coordinadora. Con esas premisas estrenaron el primer lunes de febrero esta actividad de libre acceso que desarrollan en la baiuca del local ubicado en la zona de Hispanidad (Enrique X. Macías, 6), mientras toman una consumición, y de manera relajada y sin guion: «As veces empezamos por un tema e acabamos noutro que non ten nada que ver. Imos por onde nos leve a charla», cuenta.
La iniciativa tiene mucho que ver con un tipo de terapia a la antigua usanza, la que se llevaba a cabo en los patios de vecinas, cuando existía ese tipo de interrelación. La desaparición de esa forma de comunicarse es otro de los motivos de la puesta en marcha de la actividad, entre las muchas que se organizan en el local (danza experimental, taller de lengua de signos, talleres artísticos, bordado, juegos de improvisación, coro swing, bailes de serán...). A Morada es un espacio feminista, pero no exclusivo de mujeres. André Adrio, por ejemplo, es el profesor de bailes populares «Queremos que eles formen parte, e o fan, e cando facemos algo únicamente para elas, se especifica, pero é excepcional». En el caso de la rosma, el acceso es solo para ellas, «para sentirse más cómodas nuns intres que para moitas son coma unha catarsis», argumenta.
Las ruta del 8 de Marzo
Para la celebración del 8-M han creado una ruta entre diversos colectivos que dará comienzo mañana a las 11.00 horas en la Asociacion Nos Mesmas (Torrecedeira, 19) jugando al Cranium transmaricabibollo. A partir de las 13.00 horas en A Morada habrá una sesión vermú, con micro abierto y una comida popular a cargo de Outro Conto.
El itinerario seguirá a las 17.00 horas en el local que comparten las asociaciones Mulleres e Palabras y SOS Racismo Galicia (Zaragoza, 3) donde habrá música y harán los últimos retoques en carteles y mensajes para llevar a la manifestación del Día Internacional de la Mujer convocada por Feminismo Unitario. Su inicio está previsto a las 20.00 horas desde la plaza de España, con un recorrido por Gran Vía y Urzaiz hasta la Porta de Sol. Después, para rematar la jornada, habrá una fiesta con karaoke feminista en el local de A Revolta (Real, 12).