De la ría de Vigo al Miño, saltando de isla en isla

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Algunas son visitables, pero todas conforman un paisaje cargado de historias y patrimonio

18 ene 2023 . Actualizado a las 12:31 h.

Desde el fondo de la ría de Vigo hasta avanzado el río Miño son abundantes las islas, islotes y peñas emergidas que conforman un paisaje siempre cargado de historia y de elementos patrimoniales. Desde Arcada hasta Salvaterra, los espacios terrestres rodeados de agua se suceden, en algunos casos, con la posibilidad de ser visitados, con medios públicos o privados, mientras que otros, tan solo queda la posibilidad de imaginar su aislamiento o conocer sus historias desde la distancia. Especialmente curioso es el caso de las catorce islas situadas en el Miño. Cuatro de ellas, Morraceira, Varandas, Morraceira de Seixas y Morraceira João de Sá, son internacionales. El nombre morraceira se da en ambos lados del río a las islas formadas por acumulación de sedimento. Otras cinco, Boega, Lenta, Ilha dos Amores, São Pedro y Conguedo, son de titularidad portuguesa. En la Boega hubo hace unos años un proyecto para construir un campo de golf, aunque finalmente no se realizó. A través del tratado de límites de 1864, cinco de estas islas son españolas. Son Canosa o Xunqueira, Morraceira do Grilo, Morraceira das Varandas, Vacariza y Fillaboa. El caso de esta última ínsula es singular porque pertenecía a una familia hasta que la adquirió el Concello de Salvaterra de Miño por 300.000 euros. Cuenta con una extensión de 110.000 metros cuadrados y está catalogada como Zona Protegida dentro de la Red Natura 2000 debido a su gran riqueza faunística y ambiental.

Barcotaxi

Frente a A Guarda, en la boca del Miño se sitúa la Insua portuguesa, una porción de tierra a la que se puede ir en los barcotaxis que parten de Caminha. Posee un fuerte del siglo XVII y, en la actualidad, hay un proyecto para convertirla en un hotel de cinco estrellas.

En la costa atlántica de Oia se localizan varias peñas, como la Ajoeira, y las diminutas islas Orelludas, relacionadas con naufragios de cuando la navegación estaba matizada por las condiciones meteorológicas. Marcando el inicio de la ría de Vigo, a la altura de cabo Silleiro, ya en Baiona, se encuentran las islas Polbeiras y Carral, y, al otro lado de Playa América, las Estelas y, las más pequeñas, Serralleiras. En la desembocadura del río Miñor se encuentra la conocida como Insuela, aunque en los últimos años se le ha dado el nombre de Tali, por la joven que llevó allí varias especies de animales.

Toralla, ya en el municipio de Vigo, es propiedad privada, aunque, como en todos los casos, tiene acceso público a sus arenales. Cuando se construyó la gran torre que la preside se descubrió un castro asociado a elementos púnicos que evidenciaron contactos prerromanos con culturas mediterráneas. Los habitantes de la villa romana continental, situada junto a la playa de O Vao, emplearon aquel lugar como enterramiento, ya avanzada la romanización.

Otro de los enclaves insulares visitables en la ría es el conjunto formado por San Simón y San Antón, en Redondela, al que se accede a través de las excursiones que realizan las navieras que operan en la ría. La historia de este lugar se prolonga en el tiempo. Zona monástica, lazareto o campo de concentración fueron algunas de los usos del lugar, además de haber sido un testigo directo de la mayor batalla naval vivida en esta parte de la costa gallega. Hoy en día están gestionadas ambas islas por la Xunta de Galicia y, en el mes de julio, se celebra un importante festival de música.

Junto a la desembocadura del Verdugo se alzan las Alvedosas, en el municipio de Soutomaior. Son propiedad del Estado. Junto a ellas está el islote de O Castelo, ya en Vilaboa. Tiene restos de una posible edificación defensiva. Hay un cruceiro y una estatua contemporánea. En Moaña se encuentra el curioso caso de una isla que ya no lo es. Se trata de San Bartolomeu, en Meira. Fue hace unas décadas cuando se emprendió el relleno de la estrecha franja que la separaba del continente. Allí se levanta la ermita consagrada a San Bartolomé. En el Archivo Pacheco, de titularidad municipal viguesa, se pueden encontrar fotos de este lugar de cuando era una isla. Ya casi llegando a Cangas aparece el islote de Os Ratos, que da nombre a una asociación de animación sociocultural y turística. Cuentan los más antiguos del lugar, que los vecinos de la zona llevaban sus vacas a pastar a este lugar, aunque siempre debían estar pendientes de la oscilación de la marea para que los animales no quedasen aislados.

Cíes

Las Cíes están integradas en el Parque Nacional das Illas Atlánticas. Es la joya paisajística y medioambiental de la ría y principal foco de atracción turístico en la actualidad. Pertenecen al municipio de Vigo, aunque en el pasado fueron conocidas como las islas de Baiona. Las principales islas son Monteagudo, Faro y San Martiño, aunque las dos primeras están unidas por una barra de arena. Se completan con varias peñas, como Agoeiro.

Hay transporte público a Monteagudo y Faro, pero para ir a San Martiño se requiere barco privado y un permiso de la Xunta de Galicia.

La historia de este lugar también es larga, ya está documentada la presencia humana hace miles de años. Actualmente, hay dos iniciativas, una del Concello de Vigo y otra de la Xunta, para que individual o colectivamente sean declaradas patrimonio natural de la humanidad por la Unesco.