Termavi afirma que no está interesada en la concesión de Factorías Vulcano

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Astilleros San Enrique hace fijo al 30 % del la plantilla mientras espera el concurso

16 oct 2021 . Actualizado a las 21:46 h.

El Puerto ultima el concurso para la concesión de Vulcano. Las instalaciones de su sustituto, Astilleros San Enrique, están pegadas a la terminal de contenedores Termavi. Desde esta empresa reconocen que hace falta superficie  para la estiba y desestiba, pero dicen que se puede obtener aprovechando mejor los espacios existentes y que la concesión de Vulcano no es interesante para ellos. Termavi, perteneciente al Grupo Davila, es líder en logística en el puerto de Vigo con un movimiento de 200.000 contenedores al año. Desde el grupo señalan también que el fin de la pandemia ha recuperado el movimiento de contenedores y este ha empezado a normalizarse después de una época de enorme escasez. No obstante, los fletes de América siguen llegando con retraso.

Mientras aguarda el concurso, Astilleros San Enrique ha hecho fija al 30 % de su plantilla a la espera de una resolución favorable para obtener la concesión que estaba a nombre de Factorías Vulcano. El astillero tiene de momento solo 10 trabajadores contratados frente a os 70 que empleaba su antecesor. Pero si obtiene la concesión dispondrá de una lámina de agua de la que ahora carece y que le impide contratar nuevos barcos El astillero mantiene conversaciones fluidas con la Autoridad Portuaria, que está preparando los pliegos.

Los trabajadores del astillero esperan con expectación que se convoque el concurso que daría garantías jurídicas a la plena actividad de la constructora naval. Aunque el concurso está abierto a todas las empresas, el presidente del Puerto, Jesús Vázquez Almuiña, ha dicho que se priorizará la actividad naval. En Bilbao, recientemente, se convirtió un astillero en un plataforma logística. El dueño de San Enrique pujó por la concesión pero no pudo competir con la cantidad ofertada por una empresa belga que puso sobre la mesa más de 30 millones de euros. «El Gobierno vasco quiso mantener la actividad constructora naval pero no pudo ser finalmente», señalan desde la Autoridad Portuaria de Bilbao. Pero en Vigo hay esperanzas de que se siga manteniendo la actividad en un astillero centenario que en sus mejores tiempos daba empleo simultáneo a más de 700 personas.

Mientras tanto, en la antigua Vulcano añoran los barcos y se tienen que conformar con convertir en chatarra unos alternadores que iban destinados a un buque sísmico que no llegó a construirse porque se llevaron  tres barcos pero el cuarto no se hizo finalmente. Además, realizan trabajos de mantenimiento y de puesta a punto de las grúas que deben moverse al menos dos veces a la semana para que los mecanismos no se atoren y sigan funcionando correctamente.

El último barco que se ha reformado en Teis es el Fénix Vigo que llegó en marzo con la idea de que los trabajos de reforma en el astillero durasen un mes. El barco procedente de Escocia, de 38 metros de eslora, se llamaba antes Hookness y fue abanderado en España con su nombre actual. El buque está destinado a la limpieza de fondos submarinos y está dotado de una grúa de gran capacidad. Antes de llegar a San Enrique fue objeto de reparación en otro astillero de la ría, Montenegro, donde se arregló la chapa, que es muy gruesa, de 25 milímetros. Ahora siguen los trabajos de reforma y puesta a punto en el muelle de reparaciones de Bouzas, donde está dando empleo a cuatro empresas: Termogal, Talleres Rivadulla, Luvimar y Enradio, del grupo Emenasa, de José García Costas. Los trabajos de reforma de este barco van a durar dos meses más si va bien y el tiempo lo permite ya que también hay que llevar a cabo el pintado completo.