El arte de colocar bien un banco

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Manuel González Vicente

Una exposición de muebles de diseño en Espacio SVT en su escaparate deja una pieza de León López de la Osa en la calle para observar las otras obras desde la acera

22 feb 2021 . Actualizado a las 13:25 h.

Colocar un banco es un arte que no se parece al de colocar un cuadro. Para empezar, el cuadro, habitualmente, debe estar alineado con la pared. No ocurre lo mismo con el banco, o eso piensa Luis Sirvent, que apuesta por uno que han colocado frente a su tienda y está ligeramente ladeado para que se aprecie mejor lo que hay que ver. Como aclara, no es un capricho, «es fruto de una reflexión urbanística» que pretende dar ejemplos de que se pueden hacer las cosas mejor, lo que incluye en este caso, no colocar bancos sin pensar que están hechos para sentarse y si es posible, dedicarse a la contemplación serena. Eso no se puede dar cuando el asiento está al lado de un contenedor, o a 30 centímetros de un coche aparcado, mirando hacia la carretera.

Como experto en la materia al frente, junto a sus hermanos, de una de las tiendas de diseño contemporáneo más destacadas del país, el coleccionista y empresario avala la apuesta de la última exposición comisariada por Ángel Cerviño en el rincón que reservan para propuestas modestas en tamaño pero atrevidas en conceptos.

Su Espacio SVT acoge desde el pasado mes una colección de muebles que podrían estar en el MoMa sin que nadie se sorprendiese. Pero están en el escaparate de la tienda Sirvent, en la Gran Vía viguesa, en la parte que todavía se recorre andando y donde aún hay árboles. De hecho, el que está frente a la tienda tiene desde hace unas semanas nuevo compañero, ese banco de granito que no ha puesto el Ayuntamiento y no lleva el logotipo Concello de Vigo. Pero eso sí, cuenta con su permiso. «De hecho, me gustaría que pudiese quedarse ahí aunque termine la exposición», confiesa avanzando que solicitará autorización para ello. Y si puede ser, un pequeño foco que pendería del árbol.

El banco no es cualquier cosa, es una pieza firmada por León López de la Osa, prestigioso diseñador madrileño afincado en Vigo hace más de 30 años. Y como argumenta de nuevo Luis Sirvent, además de ser una pieza de diseño, resulta que «esta hecha con granito de Vincios por un granitero de la misma localidad». Y eso también es dar ejemplo «porque es un producto local que genera identidad propia con material y mano de obra de nuestro entorno», enfatiza.

Los mismos bancos en Londres

Como argumento tiene a su favor que bancos de De la Osa igual que ese están colocados, por ejemplo, en espacios públicos en Londres, y en este caso ya no sería necesario que el alcalde de la capital británica llame al regidor para decirle que se muere de envidia. Otro beneficio a tener en cuenta es que esos bancos, que podrían colocarse en otros puntos de Vigo, pesan dos toneladas y admiten otra función añadida como pivotes disuasorios como los que se usan para evitar posibles atentados.

El asiento pétreo es un complemento que se comunica con el resto de las obras que están en el interior del local e integran la exposición titulada La casa por la ventana. La muestra se compone de una selección de piezas de diseño contemporáneo producidas por algunos de los más relevantes creadores gallegos o que desarrollan sus trabajos en la comunidad gallega. Además de López de la Osa, hay obras de Tomás Alonso, Arturo Álvarez, Miguel Leiro, Lago & Monroy e Isaac Piñeiro que se pueden ver hasta mediados de marzo. Desde dentro. O desde fuera.

Como señala Ángel Cerviño, el diálogo entre arte y diseño lleva siendo, desde la Bauhaus al Laboratorio de Formas de Galicia, de Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane, «un vivero de ideas para una reordenación del mundo y un reparto más equitativo de la emoción y la belleza».