Un futbolista vigués en Laponia

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m. touriño

Después de jugar en Islandia y Georgia, Diego Diz inicia una nueva aventura en el fútbol finlandés en el Oulu, localidad a dos horas de la casa de Papá Noel

27 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Diego Diz (Vigo, 1991) nunca había salido de su entorno para jugar al fútbol. Siempre en equipos de la ciudad y con una única salida a Cangas para jugar en el Alondras. Pero en el 2019, después de jugar en Segunda B con el Rápido de Bouzas, su vida deportiva dio un giro radical hasta el punto que en poco más de un año ya pasó por el fútbol islandés y el georgiano y el 6 de enero se marcha a Finlandia para jugar en el Oulu, el equipo recién ascendido a la Primera División representativo de la misma localidad, que se encuentra a dos horas en coche de Laponia, la casa de Papá Noel. Diego firmó por un año con opción a otro más.

«Antes, o máis lonxe que saíra para xogar ó fútbol fora ir a Cangas, pero propuxéronme esa idea e logo de ir a Islandia e a Xeorxia, por que non a Laponia. Finlandia é unha liga máis profesional e entón por que non. Iso sí, vou estar moi arriba no país, cerca da fronteira con Suecia», comenta Diego Diz, un centrocampista ofensivo que demostró su calidad en el Pujales durante años. Un excompañero del equipo aurinegro, Ruchi, que estuvo el primer año de Segunda B, fue quien le convenció para enrolarse en la aventura. «Díxome que era bo equipo e xente moi seria e que tiña moi boa fama no país» y desde que firmó siguió todos sus partidos esperando que se certificase el ascenso. «A verdade é que o celebrei porque tiña asinado para Primeira e Segunda pero non me apetecía xogar abaixo».

«Esta é unha liga moito máis profesional», comenta sobre el potencial que le espera en su nuevo club. Además el Oulu cuenta con un nuevo estadio con un techo retráctil para jugar durante los meses de invierno. No obstante, sus amigos no le preguntan por el equipo, «só din que queren ir para ver a casa de Papá Noel».

Diego tira al norte. Todas sus salidas han sido a países con fama de fríos. «En Islandia foi pouco tempo e aínda que o equipo descendeu, a experiencia foi moi boa e en Xeorxia, que estiven toda a tempada tamén estiven moi ben», indica mientras encuentra una fácil justificación para su tendencia: «Eu son de Galicia, en entón igual non é tanta casualidade. Non teño problema con frío».

Fue su agente quien le invitó a probar en otras ligas dos veranos atrás. «Eu estaba disposto e decidín probar». Se fue a Islandia en el 2019 y lo primero que se encontró al aterrizar en el aeropuerto «foi que era de días as dúas da mañán». Pese al descenso del Grindavik, confiesa que fueron tres meses inolvidables. Su periplo comenzó con victoria y su entrenador apuntó que con los fichajes -el compostelanista Primo acompañó a Diego- podrían optar a la previa de Europa League, pero no fue así. «Pero non volvemos gañar» y descendieron. Allí, tan al norte se enfrentó al fútbol más físico de su historia como futbolista.

Islandia le abrió los ojos a Diego Diz, que no se pensó la opción de volver a marchar y aceptó la invitación del FC Samtredia para jugar en la primera categoría de Georgia. «Collino cun pouco de medo», confiesa pero ni la falta de un compañero español ni firmar por toda la temporada le echó para atrás. «O equipo portouse de marabilla dende o primeiro día, facilitáronme todo e salvámonos», comenta el vigués, que destaca que en la liga georgiana todos los equipos intentan combinar desde su primera línea. Lo más curioso era que a lo largo de toda la semana siempre entrenaban a la misma hora que iban a jugar el partido el domingo.

Para vivir, todo fue sencillo. El equipo al completo residía y se entrenaba en Tbilisi, en la capital, y se desplazaban a jugar al pueblo del equipo, que estaba a cinco horas en autobús.

El confinamiento

Diego Diz lo pasó mal en la época de confinamiento. No a nivel personal, sino porque sus padres fueron víctimas del covid-19 en Vigo, que superaron sin problemas. «Alí non foi tan duro daquela que agora está moi amolada», aun así la liga solo disputó dos de las cuatro vueltas que estaban previstas. Para reiniciarla tuvieron que recluirse todo el equipo en un hotel durante un mes entrenando mañana y tarde y viviendo en una burbuja completamente aislados.

Para Finlandia, además de jugar al fútbol, Diego Diz también se lleva deberes, en toda la extensión, porque después de cursar estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad Vigo, quiere aprovechar para hacer un máster que en aquel país es gratuito parar los ciudadanos de la Unión Europea. «Vou facer a solicitude pero non teño un expediente para que me collan seguro, pero é a miña aspiración sempre que sexa compatible co fútbol, porque o meu equipo quere que vaia alí a xogar, non estudar».

Siete de su equipo dieron positivo antes de Navidad pero Diz se libró

Diego Diz pasa el parón navideño en su casa de Vigo, pero lo hace casi de milagro, ya que siete integrantes de su equipo dieron positivo en el último test pero el se libró y dio negativo. De lo contrario tendría que quedarse.

«Nunca queres dar positivo pero nos últimos días estaba especialmente preocupado porque non poder vir aquí nas miñas vacacións e ter que quedarme alí solo... estabamos todos os estranxeiros moi preocupados», indica.

Por el contrario no tuvo problema para viajar desde Tbilisi a Vigo. En el vuelo desde la capital de Georgia hasta Madrid viajó solo en su habitáculo, y aunque el Madrid-Santiago sí que iba lleno, lo pudo llevar con comodidad. Además, el viaja con la oportunidad PCR realizada, aunque nadie le pidió el resultado.

Muchos amigos y buen inglés

A nivel personal, Diego Diz se queda con los amigos que ha hecho por el mundo y con el nivel de inglés adquirido: «Agora teño amigos de todo o mundo e o meu inglés antes de ir a Islandia era lamentable e agora falo sen ningún tipo de problema, ata aprendín algo de ruso en Xeorxia», comenta de su experiencia vital.

Una experiencia que comparte con los que fueron sus excompañeros en el Bouzas y en el Alondras. «A verdade é que todo o mundo ten un pouco de ganas de probar esas aventuras», dice.

No obstante, tiene claro que antes o después regresará para jugar en el fútbol español.