Un millar de dueños de terrenos pleitean tras recalificarse sus parcelas para que otros hagan negocios
14 dic 2020 . Actualizado a las 13:09 h.«Xuntos podemos con todo». Así reza la pancarta que miembros de la asociación de empresarios y vecinos de Cabral exhiben en la puerta del Ifevi. Es un pequeño grupo de los más de mil afectados por expropiaciones para megaproyectos que hay en marcha el área metropolitana. Las actuaciones siempre se basan en el presunto interés general y en leyes como la franquista de expropiación forzosa del año 1954. El Ifevi, el puerto seco, la ciudad deportiva del Celta o la ampliación de la Plataforma Logística de Valadares y el polígono de A Pasaxe son las coartadas para llevar a cabo las expropiaciones a pequeños propietarios que pierden sus casas y su fincas para que estas sean recalificadas luego con la excusa de la creación de empleos y riqueza.
En el caso de Cabral está en juego la ampliación del recinto ferial en 5.000 metros cuadrados. Pero para llevarla a cabo hay que afectar 30.000 metros. Parte de ellos son montes vecinales pero otros son terrenos particulares. A alguno de los propietarios les han ofrecido «9 euros por metro», según recalca Beatriz Ucha, la presidenta del colectivo que fue desalojado del recinto ferial por la Policía Local porque protestaba mientras se llevaba a cabo el proceso de negociación. Pero, además de la expropiación obligada por el Ifevi (a la que los dueños no se oponen aunque discrepan del precio) se encuentra el pleito por la titularidad de los terrenos, que la comunidad de montes reivindica para sí. Este asunto será objeto de discusión en los próximos días en unas votaciones que tendrán lugar en la sede de la entidad vecinal y que van a ser impugnadas por parte de los comuneros porque dudan de las garantías del proceso. En el caso del Ifevi, el interés general es más nítido que en otros procedimientos expropiatorios. Así, los comuneros de Tameiga ponen en duda que el centro comercial que el Celta promueve en Mos sea un proyecto que justifique la recalificación de suelo forestal. El presidente de la comunidad de montes de Tameiga, Antonio Cajide señala que «a lo que nosotros nos oponemos es al centro comercial no a la ciudad deportiva». Consideran irregular la recalificación y están tramitando una denuncia contra la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, y contra el presidente del Celta, Carlos Mouriño. Cajide asegura que detrás de todo esto se encuentra una operación urbanística para poder «revender el club con activos inmobiliarios por valor de 340 millones de euros». Por ahora, la ley que impide recalificar suelo forestal salvo excepciones de interés general y en este caso existen dudas.
En Valadares también hay quejas por las recalificaciones y ayer se celebró una caminata por los montes de la parroquia ya que el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal se lleva por delante medio centenar de casas. Hay unas 300 personas afectadas porque sus fincas pasarán de urbanizables a rústicos y a suelo empresarial. El objetivo de la modificación es ampliar el polígono de A Pasaxe hacia la zona de Valadares. Ana Pérez asegura que «lo que quieren es que vengan el Decathlón e Ikea. Esta zona es un pulmón y quieren destruirlo».
Después de veinte años, en As Neves y Salvaterra, donde se encuentra plataforma logística (Plisan) los que eran propietarios de las fincas siguen peleando por los derechos mineros. «Valen 7 millones y pagaron solo 300.000», dice Alejandro Rodríguez, que representa a una plataforma de 425 titulares del suelo expropiado que han ganado varios juicios a las administraciones. Después de todo este tiempo, solo una empresa Albo va a construir su sede allí. Así podrá recalificar en el futuro sus instalaciones en Vigo.
9 €
Oferta del Concello
El Ayuntamiento ha ofrecido 9 euros por metro a algunos afectados por el Ifevi
340.000.000 €
Inversión en Mos
Dinero que se pretende invertir en el centro comercial y la ciudad deportiva del Celta