Finalista en concursos de televisión como «Gente joven» y «Tú sí que vales», el cantante lírico Fausto López sorprende dos días a la semana a los viandantes de Príncipe con piezas de grandes óperas
24 ago 2020 . Actualizado a las 13:30 h.Dos días a la semana, en la gran calle comercial de Vigo puede escucharse una voz que hace pararse a todo aquel que pasea por la zona. Pertenece a Faustino Eduardo López Catalina, conocido profesionalmente por Fausto (aunque sus amigos le llaman Eduardo). Con una carrera extensa en teatros, platós de televisión y locales de espectáculo, lo tiene claro a estas alturas de su vida: «Actúo en la calle porque me encanta, el contacto con la gente es diferente al teatro, es muy generosa y agradecida». Lo han comprobado muchos ciudadanos a los que sorprende en Príncipe y de los que arranca grandes aplausos.
El cantante nació en Gijón, pero se considera vigués. En Asturias trabajó en la Agrupación Artística Gijonesa y ya con 15 años comenzó su aventura musical en algunas orquestas de Vigo, ciudad en la que también se enamoró.
A pesar de haber hecho gran parte de su carrera en el mundo de la «pachanga», a él siempre le ha gustado mezclar el lírico con el pop. Fue por ello que empezó a estudiar por su cuenta y a adentrarse vocalmente en esos estilos. En ese período recibió clases de la soprano ponteareana Teresa Novoa.
Su recorrido por las cadenas de televisión empezó en 1984 en el programa Gente Joven, donde alcanzó el segundo puesto. En el 2009 conoció a Marta Sánchez, quien le fichó para su equipo en La batalla de los coros. A raíz del concurso, el tenor ha actuado con la cantante coruñesa en varias ocasiones. La última, el año pasado. De ella dice que es «muy buena persona».
En Tenerife empezó su historia actuando en la calle. Dice que quería probar algo distinto después de tanto actuar en sitios cerrados. «Un amigo gallego me dijo que probase», cuenta. Y añade: «Fue un éxito total». El tenor cree que los transeúntes se sorprenden tanto al oírlo porque no suele haber cantantes de ópera por los paseos.
La cercanía a su público es la motivación de Fausto López para cantar en la calle. A pesar de haber actuado en platós de televisión y teatros, lo que encuentra en Príncipe o en el paseo de O Calvario es, para él, muy especial. «No pido limosna. El que quiere echarme algo, me lo echa», advierte. Dice que canta a capela porque, si no lo hace así, muchas personas dudan de que sea realmente su voz. No obstante, señala que los hay que cuestionan su talento incluso actuando sin micrófono y se acercan a él para preguntarle si está haciendo mímica.