Un fallo en el protocolo anticovid obliga a aislar a siete bomberos en Vigo

J. r. VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Ocurrió atendiendo una emergencia y la edila, Espinosa, se compromete a investigarlo

09 ago 2020 . Actualizado a las 00:51 h.

Vaya por delante que los siete funcionarios municipales se encuentran bien, sin síntomas y, en definitiva, a salvo después de que la mujer que pudo contagiarles el virus diese negativo en las pruebas PCR practicadas para detectar covid-19. Todo empezó el domingo y se solucionó el lunes. Al menos la parte que descartaba contagios. Ahora resta la burocrática, que no tiene fecha. Aunque sí existe el compromiso de la concejala de Seguridad Ciudadana, Elena Espinosa, de investigarlo. Al menos así lo manifestó en la reunión de esta semana con la mesa sindical de bomberos.

Pasaban unos minutos de las 20.00 horas del domingo cuando el 112 alertó a los bomberos de una emergencia. La mujer de una pareja de señores mayores, con movilidad reducida, no podía moverse de su cama ni tampoco abrir la puerta de la vivienda a los sanitarios. Ya frente a la puerta, el marido, muy nervioso, no encontraba las llaves. De ahí la llamada a los bomberos, que accedieron por una ventana. «La alerta que recibimos ya informaba de un posible contagio de covid-19, y el protocolo es muy claro: actuamos siempre como si las víctimas fuesen posibles contagiados», explican en este departamento municipal.

El primer bombero que accede para asistir a la víctima iba equipado con las medidas de protección (mascarilla y una funda plástica) establecidas. Se encontró a la señora acostada en la cama con las piernas en alto. «El otro compañero, que entró de segundo, se adentró en la zona de posible infección», añaden en la mesa sindical. Pero el trabajo implicaba la ayuda de este segundo funcionario: había que sentar a la víctima en una silla-andador y ayudarla para ir el baño. Lo siguiente fue abrir la puerta a los sanitarios para que hiciesen su trabajo. «Después de la intervención, ambos compañeros entraron en el vehículo donde iba toda la dotación, de seis bomberos. Luego regresaron a su parque, en Balaídos», explican las mismas fuentes, que añaden que igualmente se puso en riesgo a la siguiente dotación, con la que también entraron en contacto.

«Luego sí, luego los mandaron a todos a casa, pero después de entrar en el camión y ponerlo en riesgo de infección. Igual que a su propio grupo, al parque y a la dotación que entraba en el siguiente turno». La situación generó un clima de tensión en la reunión mantenida esta semana entre Elena Espinosa y la mesa sindical, con toda la representación de siglas con voz y voto. Explican testigos de la reunión, telemática, que la concejala no manejaba toda la información de lo ocurrido, por lo que fue ahí cuando entendió la gravedad de lo ocurrido y garantizó su intención de aclararlo. Los bomberos, de entrada y para no perder el tiempo, ya solicitaron un informe al departamento de Riesgos Laborales para tener un dictamen oficial al que agarrarse.

La plantilla sigue esperando el inicio de la negociación

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia declaró firme el 10 de julio la sentencia que califica de «explotación laboral» el decreto municipal que obliga a trabajar a sus bomberos incluso en sus descansos. Casi un mes después todavía no hay movimientos de ningún tipo y los bomberos siguen organizando sus turnos bajo ese decreto que se elaboró en el Ayuntamiento. Pocos días después de conocerse la sentencia, ambas partes, el gobierno local y los trabajadores, acordaron iniciar una mesa de negociación para renegociar el escenario laboral que fue tumbado judicialmente. Desde entonces, afirman en la mesa sindical de este departamento, solo se produjeron «palabras y más palabras, no concretan. Nos piden que fijemos interlocutores y ya lo hicimos hace semanas. No hay voluntad de cambiar las cosas, así que... habrá que seguir defendiendo nuestros derechos fuera del marco político».