Caballero apuesta por actuaciones más pequeñas de grupos locales, corales y bandas de música
01 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«No vamos a tener grandes conciertos, ni aglomeraciones de 100.000 o 45.000 personas, no lo imaginamos ni remotamente». Así despejó ayer el alcalde de Vigo, Abel Caballero, cualquier posibilidad de que el auditorio de Castrelos acoja este verano alguno de los grandes eventos que estaban planeados dentro del programa Vigo en Festas 2020.
Los que habían sido ya anunciados, Amaral para el 25 de julio y Sting para el 1 de agosto, ya no tendrán lugar. El del británico se aplazó para el 31 de julio del 2021 y el del grupo español aún no tiene nueva fecha.
El regidor mantuvo ayer una reunión con representantes del sector cultural de la ciudad para hablar de la recuperación económica y planificar las opciones de organizar desde el Concello unas fiestas «diferentes» y «locales» durante el verano.
Su apuesta dentro de la «nueva normalidad» impuesta por la crisis del coronavirus cambia por completo su discurso de los últimos años y pasa por actuaciones más pequeñas de grupos locales, corales y bandas de música. «No va a haber un gran concierto de Sting, pero seguramente podremos hacer pequeños conciertos con limitación de público en diferentes zonas de la ciudad», afirmó. Esas actuaciones serían, en principio, con público sentado y con las sillas colocadas a la pertinente distancia. Igualmente, Caballero expuso otras manifestaciones artísticas como teatro de calle, a donde también quiere sacar los libros. El alcalde propuso que las editoriales vendan sus publicaciones en espacios abiertos, «al estilo de la Feria del Libro».
La exageración en tono irónico con la que el alcalde de Vigo empezó a asegurar hace tres veranos que la ciudad contaría con un espectáculo para un millón de personas ya es difícil que se repita. Se refería al concierto de Maná. Ahora, ni siquiera la cifra de 100.000 asistentes que entonces él mismo dio tras el recital se podrá repetirá en la ciudad, al menos durante un tiempo.
El verano pasado, Caballero cuantificó la afluencia de público que generaron los espectáculos que tuvieron lugar en el auditorio al aire libre y en conjunto dijo que las diez citas celebradas superaron el medio millón de personas. Según sus datos, el que más público congregó fue el de Thirty Seconds to Mars, con unos 65.000 asistentes. Y en el que menos situó al de Lauryn Hill, con 30.000 personas, en un verano en el que también cantaron Tom Jones, Roger Hodgson y David Bisbal.