El privilegio de nadar en Monçao

x.r.c. VIGO

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CEDIDA

El ADA Salvaterra será uno de los primeros en entrenar en piscina tras el parón al ejercitarse al otro lado de «a raia», en donde pretenden abrir en junio

10 mar 2023 . Actualizado a las 16:21 h.

El ADA de Salvaterra puede ser una de las primeras entidades en volver a la práctica deportiva fuera del confinamiento. La entidad que tiene en la natación y el triatlón a dos de sus disciplinas entrena habitualmente en la piscina pública de Monçao y como en Portugal todo apunta a que la desescalada llegará antes, a este lado del Miño tienen algo más que la esperanza de volver a entrenar en el mes de junio, la fecha que le han dibujado desde la cámara municipal vecina como probable en el mejor de los escenarios.

La relación del ADA Salvaterra, una entidad con diez años de vida, con Monçao viene de atrás. Nació como una decisión lógica. «A piscina máis próxima quedaba a 12 quilómetros e de Monçao a dous e decidimos probar», comenta Víctor Lemos, el director deportivo y entrenador de la entidad. Lo hicieron con un pequeño grupo de niños y a día de hoy ya reúnen a 200 pequeños y 50 mayores que nueve horas a la semana acapararon la piscina de la localidad vecina en suelo portugués. En ella se dejan la cantidad de 10.000 euros al año en concepto de alquiler a cambio de poder contar con una pileta de 25 metros homologada para torneos de ámbito continental.

El tránsito Galicia-Portugal lo hicieron de un modo habitual en los últimos tiempos hasta el pasado 11 de marzo. «Ese día chamaron da cámara municipal de Monçao dicindo que ata novo aviso pechaban as instalacións públicas e o que fixemos foi comunicarllo ó noso concello para que estivese ó tanto». Unos días después se cerró el paso por completo y un muro separa ahora ambos lados.

Aquel anuncio que precedió al estado de alarma cogió al ADA en un momento de tránsito hacia el futuro. Tenían todo preparado para dar el salto al mundo federado en las modalidades de natación y triatlón (en la entidad también se imparten clases de gimnasia, pilates, baloncesto, tenis y bádminton entre otras). «Estabamos con toda la ilusión para federarnos -explica Víctor Lemos- e como a piscina pública é a través do proxecto da Eurocidade queriamos facer un convenio para ter máis horas e que saíra máis barato. Nese momento foi cando pasou o tema do covid-19 que nos trastocou ese avance para dar o salto».

Simplemente fue una interrupción del proyecto, que si se cumplen las perspectivas puede volver a caminar fuera del confinamiento en cuestión de 35 días. Al menos esa es la indicación que le llega desde la otra orilla. La previsión inicial es que el puente que une las dos localidades vuelva a abrirse el 15 de mayo, el primer paso para recuperar el flujo habitual entre Monçao y Salvaterra. Y el siguiente sería permitir hacer deporte en espacios colectivos en el país vecino. «Polos contactos que estamos mantendo coa cámara temos esperanzas de que en xuño podamos retomar a actividade baixo unhas condicións que non teñen nada que ver coas actuais. Iso no mellor dos escenarios e con normas de hixiene, limpeza e de coincidir menos xente», precisa el director deportivo, que también elogia las medidas que tomaron en su día los lusos co la pandemia: «En Portugal teñen máis éxito ca nós, son máis rigorosos e teñen menos casos na actualidade. Alí xa permiten paseos».

Un oasis de esperanza en comparación con el panorama de momento más oscuro que se dibuja para la apertura de los pabellones gallegos, entre ellos el de Salvaterra, que también utiliza el ADA, que cuenta con 400 socios, para otras actividades. «Supoño que se o teu país veciño fai un avance por sintonía igual tamén se empeza a facer aquí, pero no ámbito deportivo está todo con pinzas. Non está nada claro como se vai artellar o deporte base e as apertura de pavillóns». Sanidad y la Xunta tienen la última palabra al respecto.

Y mientras tanto, el trabajo en confinamiento es la alternativa para mantener la forma y la relación con el deporte. «Facemos recomendacións, mandamos titoriais, sobre todo para os máis avanzados, recomendacións para non perder a forma e non perder contacto co que é a actividade», apunta Lemos.

Cuando todo acabe, quieren ser los primeros en cruzar la raía para volver a hacer deporte y establecer las bases de un club federado, con sede en Salvaterra y pileta en Monçao.