El árbitro apena al Coruxo de la Copa en un partido con nueve goles

x.r.c. VIGO

VIGO

M.Moralejo

El colegiado se inventó un penalti en el minuto 92 cuando el cuadro local vencía al Mirandés por 4-3

17 dic 2019 . Actualizado a las 22:44 h.

El árbitro, el cántabro López Toca fue el único que no estuvo a la altura de las circunstancias y se cargó al Coruxo, que firmó un partido imenso ante el Mirandés en la primera eliminatoria de Copa del Rey y que en el minuto 91 ganaba por 4-3. Entonces el árbitro se inventó un penalti para que el equipo de Segunda llegase a la prórroga y de paso le allanó el camino con dos expulsiones. Aun así, jugando con nueve, el Coruxo resistió hasta el penúltimo minuto de la prórroga y después de que el propio colegiado señalase un penalti sobre Sylla para luego desdecirse esgrimiento un fuera de juego anterior.

La Copa en estado puro. El primer tiempo de O Vao fue una delicia, con los dos equipos entregados al ataque y liberado de las ataduras tácticas que provocan los puntos en la liga. En 18 minutos la concurrida grada verde ya había visto cuatro goles. El Coruxo golpeó primero por mediación de Youssef con un certero remate de cabeza, en la jugada siguiente Matheus devolvió el equilibrio al culminar un rápido ataque del Mirandés y cuando más estaba el equipo de Míchel entregado a la causa del ataque llegó una contra de libro de Álvaro Peña que Íñigo Vicente convirtió en gol con un remate inapelable. Un minuto después el Coruxo le devolvió la moneda con un penalti sobre Silva que el propio delantero coruxista convirtió en gol desde los once metrospese a que Joao Costa, el portero del Mirandés, llegó a tocar el balón.

La locura de este inicio de partido dio paso a un control del Mirandés, pero con respuestas desde el bando verde, de hecho fue el Coruxo el que estuvo más cerca del tercero con un remate de Silva que acabó en córner. Con semejante frenesí en absoluto se notó el cansancio (el Coruxo solo hizo dos cambios con respecto al partido liguero del domingo) ni el estado del terreno de juego, muy pesado y con una banda cargada de arena.

Y el segundo tiempo fue igual de ilusionante, pero el árbitro se cargó el final de película. Porque el Mirandés golpeó primero muy rápido en un saque de córner que remató Sergio García a placer. Pero el Coruxo mantuvo el espíritu y después de dos avisos empató y volteó el marcador en un suspiro. Primero firmó David Añón el 3-3 con un tiro cruzado y dos minutos después Mateo fue derribado dentro del área y David Añón marcó el cuarto gol que llevó el delirio al campo.

Faltaban 20 minutos y el Coruxo aguantó hasta el 90 sin apenas ningún problema, pero en los tres de prolongación el colegiado se inventó un penalti que le permitió a Álvaro Rey empatar y que provocó el desquicie de los verdes hasta el punto de que tuvo que encarar la prórroga con dos jugadores menos por las rojas directas sobre Barril y Borja Yebra.

En la prórroga e a jugar con dos menos, solo pasaron dos cosas. La primera, una caída de Syll que el árbitro pitó como penalti y luego se desdijo aduciendo a instancias del línea que había fuera de juego anterior. Y la crueldad del fútbol en el 118 en la única ocasión del Mirandés pese a jugar con dos meses. Marcó Merquelanz de cabeza y acabó con el sueño de un Coruxo inmenso.