El colectivo lucha por instaurar horas obligatorias de educación vial antes de sacarse el carné
15 mar 2019 . Actualizado a las 13:17 h.En una provincia con una población tan dispersa y con tantas deficiencias en el servicio de transporte público, el coche particular se convierte en una herramienta indispensable. El hecho de que desde los últimos años cada vez más personas se estén incorporando al mercado laboral es una señal de que también empiezan a correr buenos tiempos para las autoescuelas.
El presidente de la asociación provincial que los agrupa, Alberto Bugallo, confirma que están experimentando un repunte en la expedición de permisos de conducir del carné B, el que habilita para turismos. «En estos momentos estamos en el nivel que teníamos en el año 2009, con alrededor de 9.000 permisos anuales», afirma.
El sector comienza a recuperarse, dejando atrás los años más agudos de la recesión económica, cuando el número de personas que se sacaban el carné descendió en un 30 % y tras una huelga de examinadores en el año 2017 que les hizo mucho daño. Precisamente es la incorporación al mercado laboral la principal causa de este repunte. «Está claro que las personas necesitan sacarse el carné para optar a puestos de trabajo», afirma Alberto Bugallo.
Muchas veces a quien se plantea la necesidad de entrar en el mercado laboral sacarse el carné de conducir le supone un gasto difícil de afrontar. De ahí el interés del sector en que las administraciones se impliquen otorgando ayudas que en muchos casos resultan muy necesarias. «El tema de las ayudas para la obtención del permiso de conducir es una línea en la que trabajamos con la Xunta y vamos a intentar que se lleve a cabo», asegura. También tocarán las puertas de los ayuntamientos y de la Diputación.
Sensibilización
La principal preocupación de las autoescuelas es formar conductores responsables, bien educados y sensibles ante el riesgo de los siniestros viales, con el fin de prevenirlos y evitar que en el futuro aumente el número de muertos en la carretera.
«En general, durante los últimos años se ha avanzado mucho, la gente está más concienciada en cuanto a los distintos factores de riesgo, sobre todo en cuanto a la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas y con respecto al exceso de velocidad», asegura Alberto Bugallo.
Aún así, uno de los retos de la asociación provincial de autoescelas es potenciar la sensibilización de los alumnos respecto a los accidentes de tráfico. Hay un borrador de decreto ley que propone que se requiera a los alumnos de las autoescuelas a que pasen unas horas presenciales obligatorias. La idea parte del convencimiento de que contenidos que se imparten en los cursos de reeducación vial a los que deben someterse los conductores que han perdido los puntos puedan cobrar una mayor importancia en el momento de la formación. «Es algo que ya se está haciendo, pero pensamos que habría que reforzar esa parte y hacer que la asistencia a esas horas sea obligatoria. Los conductores, cuando hacen esos cursos dicen que sería conveniente darle la relevancia que se merece a la hora de sacarse el carné de conducir», afirma Bugallo. Se trata de unas horas de refuerzo en las que pueden intervenir víctimas de accidentes de tráfico para dar su testimonio o trabajar con vídeos sobre accidentes viales. «Desde las autoescuelas siempre reclamamos que la reeducación en los centros de sensibilización se hagan previamente», dice.
Otro de sus puntos de interés consiste en mejorar la formación de los profesores de autoescuela. «Queremos que sea mucho más cercana.
La formación normalmente viene de la Confederación Nacional de Autoescuelas. Muchas veces hay que ir a Madrid a hacer los cursos y queremos traer esa formación para que nuestros asociados dispongan de mayores facilidades», expresa el representante del sector.