Operados de cataratas son enviados a revisiones a urgencias del Cunqueiro

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

ALBERTO LÓPEZ

Como en el Meixoeiro la consulta cierra el fin de semana, los pacientes hacen cola

20 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La cirugía de las cataratas es una de las operaciones más comunes en cualquier servicio de oftalmología. En el caso del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), están centralizadas en el Hospital Meixoeiro, ya que es allí donde trabajan los especialistas en las enfermedades de los ojos. Cada año se opera a unas cinco mil personas de esta dolencia, según fuentes del complejo. Pero muchos de estos pacientes acaban en el servicio de urgencias, que está ubicado en otro hospital, el Álvaro Cunqueiro, a los pocos días de operarse.

La razón es que el oftalmólogo no les da una cita para hacer una revisión de la operación, sino que les dice a los pacientes que vayan directamente a urgencias. Allí, el enfermo ?en esta patología, la enorme mayoría son personas mayores? tiene que esperar al triaje y después a que lo atiendan. Por tanto, puede llegar a aguardar varias horas, en función del atasco que exista en el servicio de atención urgente, aunque lo suyo no es propiamente una atención de emergencia.

La situación suele producirse en fines de semana y es fruto de la organización sanitaria de Vigo. El servicio de oftalmología está en el Meixoeiro, pero en este hospital no hay urgencias. Todas ellas se concentran en el Cunqueiro. Así que los oculistas que están de guardia se encuentran en el nuevo hospital de Beade por la tarde y por la noche.

Lo que no hay en esos horarios son consultas en el Meixoeiro. Sin embargo, los jueves y los viernes sí hay operaciones, y los médicos quieren revisar a sus pacientes recién operados al cabo de 24, 48 o 72 horas, según las circunstancias. Como intervienen los viernes, hay personas que tienen que ser revisadas el fin de semana. De este modo, el oftalmólogo le dice al paciente que acuda al Cunqueiro para hacerle allí la revisión. Y lo hace en urgencias.

No existe un circuito específico para estos pacientes. Así que tienen que dar sus datos a la entrada, esperar al triaje, decir que acaban de ser operados de cataratas, esperar a que el oftalmólogo acuda al servicio y, solo después, ser atendidos.

Si no sucede fin de semana, el posoperatorio se hace en el propio Meixoeiro, en una consulta convencional, sin que el paciente tenga que esperar la cola de urgencias.

Fuentes del complejo aseguran que los afectados pueden rondar el millar cada año, ya que el volumen de intervenciones de cataratas es muy grande. Son operaciones que no suelen presentar complicaciones, pero los oftalmólogos tienen que hacer un estrecho seguimiento en las primeras horas, dada la especial delicadeza del ojo y de los pacientes. La cirugía de la catarata consiste en sustituir el cristalino del ojo, que es una especie de lente natural, por otro artificial, debido a que se ha corrompido con el paso de los años e impide ver con claridad.

Única consulta

Se da la circunstancia, además, de que como los oculistas atienden en el Meixoeiro no existe una consulta propia de esta especialidad en el Cunqueiro, con su instrumental específico de exploración de las pupilas. La única que hay está en urgencias. Esto provoca que cuando un oftalmólogo tiene que explorar a una persona ingresada en el Cunqueiro y necesita aparataje tengan que bajarla desde la planta de hospitalización hasta urgencias para verla allí.