La fianza del contador

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO

25 nov 2017 . Actualizado a las 00:14 h.

Llamo a Aqualia para cambiar la titularidad de mi suministro de agua. Y una amable operadora me informa de que tengo que pagar 68,23 euros en concepto de «fianza del contador». La expresión despierta mi curiosidad. ¿Qué fianza tendré yo que pagar por un contador del agua que lleva ahí puesto cincuenta años? Y sobre todo: ¿tan poca confianza tiene Aqualia en sus clientes que sospecha que nos vamos a llevar el contador a algún sitio?

Desde que vivo en esta casa, jamás tuve la más mínima pulsión de robar mi propio contador. Es más: prácticamente ni sabía que existía, salvo porque a veces viene un señor a leerlo. Normalmente, solo me dejan un papelito en el buzón que debo rellenar y enviar por correo, «a franquear en destino». Mientras el mundo vive en el siglo XXI, Aqualia se mantiene en el XIX. Nada de webs o aplicaciones: ellos todavía creen en el correo postal y en los buzones amarillos, donde quiera que estén.

Le explico a la operadora que no estoy dispuesto a pagar la fianza del contador. Por mí, que se quede ahí para siempre. Además, no tengo ningún interés en medir mi consumo. Es la empresa la que desea hacerlo, no yo. El servicio que yo contrato es el agua, no su sistema de medición. Y, sobre todo, teniendo en cuenta que Aqualia te cobra 30 metros cúbicos como mínimo, aunque jamás los gastes, ¿para qué quieren un contador?

Cuando declaro a la señorita que esto me parece un abuso, me responde que tengo que pagarlo, «porque salió en el BOP». Voy preparando mis 68,23 euros mientras me pregunto si aquí alguien controla a las concesionarias...