Los 87 alumnos ponen en práctica todo lo aprendido a lo largo de una semana en un gran concierto final
09 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El campamento de violín folk San Simón Fiddle Camp pone fin hoy a una semana centrada en la música. Los 87 jóvenes, de entre 6 y 18 años, se despidieron ayer con un concierto a las nocturno para los padres. En él participaron cerca de 120 músicos. Para disfrute personal y sin público, por la noche también se despidieron de la isla tocando en el medio de la ría.
Termina así una semana en la que el objetivo, según el director del campamento, Alfonso Franco, es que los niños aprendan que «el instrumento es un instrumento de diversión, no una enseñanza obligada». Se trata de que «entiendan otra manera de acercarse a los instrumentos de cuerda», señala el director. En este curso los alumnos deben «crear todo al momento, probando y ensayando sin la necesidad de seguir una composición hecha». Y es que no usan partituras, sino que el método de aprendizaje se basa en la tradición oral.
La organización acostumbra a invitar cada año a un país al campamento. En esta ocasión ha sido México. La invitación, según Franco, se concretó en una beca que se dio a dos niñas que tocan el violín y que vienen de una zona rural del país norteamericano. Las acompañaron una musicóloga y dos profesores, uno de cuerda y otro de viento. Llevan invitando países desde hace tres años, para mezclar sus tradiciones musicales con la gallega. El año pasado el invitado fue China y el anterior Portugal. Por ahora, confiesa el director del campamento, «no hay un criterio» para seleccionarlos.
El campamento se celebra en un lugar privilegiado, como son las islas de San Simón y San Antón. Según Alfonso Franco, «estar en un paraíso como ese facilita todo» para conseguir que los chavales se lancen a una «inmersión total en la música en la que no hay distracciones».
Hace seis años que la asociación Galicia Fiddle organiza este campamento y está destinado a alumnos que tengan, como mínimo, un año de experiencia en el instrumento. Se los divide por niveles.
Pero en el San Simón Fiddle Camp no todo es música. También hay tiempo para otro tipo de diversiones. Las actividades formativas se compaginan con las típicas de cualquier campamento situado en la costa, como pueden ser el piragüismo, los paseos en barco por la ría, juegos populares, deportes...