Bomberos: 23 puestos sin cubrir y miles de horas extras cada año

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

Las oposiciones llevan siete años aparcadas pese a que las plazas ya habían sido convocadas por el gobierno local

20 feb 2017 . Actualizado a las 07:49 h.

El gobierno vigués precisa más efectivos en el servicio de extinción de incendios. La prueba es que desde el año 2010 ha convocado oposiciones para cubrir 23 plazas, una tarea que después se ha tomado con calma. Hasta fechas muy recientes las oposiciones han estado congeladas, lo que ha dejado bajo mínimos la plantilla real, cuyos integrantes tuvieron que realizar el año pasado 28.300 horas extraordinarias, lo que equivale a la jornada oficial de 17 bomberos.

Es un sistema que debería ser excepcional, pero que se repite año tras año sin que hasta finales del 2016 los responsables municipales hayan activado las oposiciones. Debido a ello, siguen pendientes de cubrir los cuatro puestos de bombero y un conductor bombero de la oferta pública conjunta de los años 2010/11, lo mismo que otros tres conductores del 2013, el sargento, cuatro bomberos y un conductor del 2014. También, cinco efectivos del 2015 y seis del 2016. La única excepción son los dos conductores del 2012, cuya oposición finalizó hace algunas semanas.

Tres integrantes del cuerpo consideran que está anómala situación afecta de manera directa al funcionamiento del servicio. «La plantilla teórica, de 142 efectivos, se limita en la actualidad a 115 profesionales. Ello obliga a doblar turnos, a realizar un esfuerzo suplementario, lo que tiene consecuencias. Y no solo viven esa situación los bomberos de a pie, ocurre con los mandos, lo que genera un problema de seguridad cuando se realiza una intervención delicada».

A todo ello se une el progresivo envejecimiento de la plantilla (más de 50 años de media) y que no es infrecuente doblar turnos. Un estudio realizado por la comisión de bomberos cifra la plantilla ideal en 203 funcionarios, con al menos 175 si se quiere garantizar un mínimo adecuado en cada guardia. Por tanto, hasta los 142 de la plantilla teórica quedan muy por debajo de lo que entienden como necesario.

La solución del gobierno local es cubrir con horas extras los servicios para disponer del mínimo preciso. Y la cifra no para de crecer, como lo demuestra que las 19.000 horas extras del 2015 se convirtieron un año después en más de 28.000 (un 50 % más). Además, dada la elevada edad media, en seis años se producirá la jubilación de un 30 % de los efectivos: 7 este año, 5 el próximo y así sucesivamente y dentro de cuatro, en el 2021, cuando se irán nada menos que 13.

«Existe peligro con la actual situación al no respetarse los tiempos de descanso»

«Que de manera estructural haya que realizar horas extraordinarias para cubrir los servicios no significa nada bueno. Y más si el volumen de refuerzos es tan excepcional». Quienes así se expresan saben de lo que hablan. Se trata de tres miembros veteranos del servicio de extinción de incendios: Modesto Vázquez, delegado sindical de CC OO, y David Cabaleiro y Fernando Solveira, de la CIG.

«En una actividad como la nuestra, peligrosa y que genera mucho estrés, es preciso estar en buenas condiciones. Y a veces la falta de personal hace que no se respeten los tiempos de descanso, y eso nos pone en peligro», afirman.

Lo que consideran una grave situación del servicio ha sido objeto de debates y negociaciones en el seno del comité de personal y también con los responsables del gobierno local. «Pero para nosotros fue una sorpresa comprobar que el propio concejal de Seguridad [el socialista Carlos Font] consideraba algo normal la realización de tantos miles de horas extras; que lo que debía ser una excepción pasara por algo habitual para él».

El comité de prevención de riesgos laborales también abordó la situación del servicio de bomberos. Su recomendación fue que se «revisara la carga de cada puesto teniendo en cuenta las guardias realizadas cada mes y respetando los períodos de descanso».

«A mayor número de horas de trabajo se produce un deterioro de las condiciones físicas. Es algo que no admite discusión a estas alturas», explican. Y en el caso del cuerpo de bomberos, que en cualquier momento puede tener que afrontar una emergencia peligrosa, con mayor motivo. «Creemos que existe un colapso organizativo y que la responsabilidad radica en los encargados de organizar el servicio», afirman los tres delegados sindicales.

No ven factible una solución, y menos a corto plazo. Motivo, que la plantilla oficial de 142 efectivos, la ven insuficiente. Incluso si se completan las oposiciones llegando a los efectivos previstos, para entonces se habrán producido nuevas jubilaciones.