El estadio se encuentra en obras y tiene inutilizada parte de la iluminación y la grada de Tribuna
28 jul 2016 . Actualizado a las 17:36 h.Inspectores de la liga europea iniciaron hoy en Vigo un chequeo de Balaídos ante el regreso del Celta a la UEFA después de una década de ausencia. La visita, que durará dos días, ha levantado expectación ante el retraso de las obras del estadio, lo que ha provocado ya la suspensión del Memorial Quinocho a mediados de agosto y problemas para el inicio de la liga, que dará comienzo el 22 de agosto. Ese día el Celta recibirá al Leganés y no podrá utilizarse la totalidad de la grada de Tribuna. Esto reducirá la capacidad del estadio y obligará a recolocar en las demás gradas a los socios que tienen allí su asiento.
El proyecto de reforma en profundidad de Balaídos asciende a 30 millones de euros ha provocado una gran polvareda política en el Concello, que se ha extendido también a Zona Franca. El dinero lo aportan casi en su totalidad Concello y Diputación, más una parte testimonial que corre a cargo del club. Sin embargo, el consorcio se resiste a financiar un aparcamiento bajo la grada de Marcador, lo que ha irritado al alcalde y provocado la paralización de los presupuestos del consorcio por el veto de la mayoría socialista.
Respecto a Balaídos, las obras se desarrollan con más lentitud de lo previsto al descubrirse en el último momento que las columnas de Tribuna no están en condiciones de soportar el peso del nuevo cierre y cubrición que está previsto instalar. También se está a la espera de resolver la falta de un proyecto de iluminación, una cuestión clave para las retransmisiones televisivas, básicas tanto en la liga española como en la UEFA. Si todo hubiera ido como estaba previsto, a mediados de agosto estaría colocado el cierre y la temporada comenzaría con normalidad.