Fomento acepta instalar pantallas antirruidos en el segundo cinturón

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Tras años de molestias para los vecinos, el Ministerio no pone fecha a la obra.«Dependerá de las disponibilidades presupuestarias», se escuda

26 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocho años llevan los vecinos de la urbanización Sotavento, de Alcabre, reclamando al Ministerio de Fomento una solución para los ruidos que genera la carretera de circunvalación VG-20 (segundo cinturón) sin resultado alguno. Ahora, tras una larga espera y muchos escritos, el Gobierno central finalmente acepta hacerse cargo de una obra largamente esperada por los afectados.

Sin embargo, se trata solo de un pequeño pasito ya que Fomento no pone fecha a la ejecución del proyecto. Se limita solamente a señalar los puntos donde construirá barreras acústicas, el tamaño de estas pantallas aislantes y su coste. También enumera el orden de prioridad, pero nada más.

De acuerdo con el escrito que ha recibido la vecina que lidera la lucha para que se ejecuten las barreras, Helena de Lucas, el proyecto se encuentra todavía en una fase inicial. «El siguiente paso será desarrollar los correspondientes planes de acción contra el ruido, en los que se determinarán las actuaciones prioritarias que se deban realizar en función de las disponibilidades presupuestarias».

Juan Antonio Pagán, subdirector genera de Información y Comunicación de Fomento, confirma que están elaborados los mapas estratégicos de ruido ambiental de la VG-20 tras evaluar globalmente la exposición. «Se han obtenido tres zonas de actuación que representan al 87 % de la población expuesta», por lo que una vez ejecutado el proyecto solo una minoría de afectados, el 13 %, quedaría sin solución.

La que tiene mayor prioridad es el frente de los dos bloques de Alcabre, ya que con una pantalla acústica de 50 metros de largo y 3,5 de alto se resolvería el problema, lo que solo precisaría una inversión de 43.750 euros.

Más complicado lo tienen los otros dos tramos incluidos, ya que uno de ellos precisa 570 metros de barreras acústicas y el otro 810, ambas de la misma altura que la primera. Dado su tamaño, el presupuesto se dispara (488.750 y 708.750 euros, respectivamente), pero los dos son de fácil ejecución, según Fomento.

De Lucas cree importante este avance, «pero mientras no pongan fecha a la obra seguiremos igual, todo el día condicionados por el ruido de los vehículos, y ahora, con la autopista del mar todavía pasan más camiones». Y desde luego, no es optimista, «ya que en el 2009 anunciaron la realización del mapa estratégico del ruido, y han tardado seis años en hacerlo».

Respecto a lo problemas del firme y de las juntas de dilatación, que incrementan el ruido, Fomento deja claro que «el competente es el Concello como responsable del mantenimiento y de su conservación». «Pero cuando hemos querido hablar con el Concello no nos ha escuchado», se queja De Lucas,