Un síndrome de Diógenes cultural

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

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Eduardo Soutullo realiza un corto para reivindicar la lucidez de Juan Peñate, ingresado en un psiquiátrico por su impulso obsesivo por acumular libros

08 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El músico vigués Eduardo Soutullo deja de lado momentáneamente su habitual trabajo compositivo para tomar la cámara y firmar un cortometraje de veinte minutos de duración, titulado Reinaldo Arenas y otros compañeros de viaje, en el que cuenta la singular y verídica historia de una persona ingresada en un hospital psiquiátrico tras ser declarada judicialmente incapacitada para regir su persona y sus bienes, que gasta en grandes compras de libros.

«Conocí a Juan Peñate hace unos diez años en Madrid, donde él era profesor en un instituto de secundaria y un referente en varias tertulias madrileñas, además de un asiduo a los conciertos de música clásica», sitúa Eduardo Soutullo el origen de este trabajo audiovisual. «Hace un par de años, me entere de que había sido denunciado, y que estaba interno en un psiquiátrico; desde entonces está intentando recurrir la sentencia, por lo que, junto a unos amigos, hemos enviado un escrito al juez; a mayores, lo único que podía hacer por ayudarle era dar a conocer su impresionante periplo vital y su situación actual, haciendo un documental», añade el músico y realizador vigués.

Juan Peñate nació en Cuba en los años cuarenta y estudió dos carreras universitarias en los primeros años de la revolución. Sus problemas en la isla comenzaron tras establecer una buena amistad con el poeta disidente Reinaldo Arenas, personaje que encarnó Javier Bardem en la película Antes que anochezca, que toma el nombre de una novela del poeta cubano y en la que aparece el propio Juan Peñate. Fue detenido en varias ocasiones y las autoridades de la isla, según denuncia en el cortometraje, trataron sin éxito de reclutarlo para informar sobre otros intelectuales poco proclives al régimen castrista.

Eduardo Soutullo explica en su corto cómo Peñate pudo salir de Cuba en 1980 a través del puerto de El Mariel. Tres años después ya estaba instalado en Madrid, con nacionalidad española. Trabajó en la redacción del Diccionario de Autores Iberoamericanos y para el Quinto Centenario, hasta que en 1996 ganó la oposición como profesor de instituto. «Uno de mis mejores momentos fue cuando trabajé en el Ramiro de Maeztu, tenía tantos libros que echaba muchas horas allí», reconoce Juan Peñate en el documental de Soutullo.

A lo largo de su vida, el protagonista de este cortometraje ha mantenido relación con grandes intelectuales, como Alejo Carpentier, Lezama Lima, Néstor Almendros o Heberto Padilla. «Su gran erudición le convirtió en un referente de las tertulias madrileñas», recuerda Soutullo.

Sus problemas en España comenzaron en el año 2011, cuando fue denunciado por el «presunto estado insalubre de su vivienda, en la que había ido acumulando libros y discos durante décadas». Un juzgado madrileño ordenó su ingreso en un psiquiátrico debido a que no era capaz de regir su persona y sus bienes, según dictaminó. Padecía una especie de síndrome de Diógenes de los libros.

«No creo que mi vida haya sido la del sujeto que aparece en los informes», decía Juan Peñate, durante su juicio. «Ese personaje sobrevivía entre basura y acumulaba libros porque era un pobre obsesivo-compulsivo, un loco que pone en peligro su propia vida y la de los que con él conviven», añadía.

«Hay, a veces, una persecución del individuo excepcional que, por alguna razón, está fuera de lo aceptado; ese tipo de ensañamiento existe», comenta Juan Peñate ante las cámaras de Eduardo Soutullo. La erudición de este hombre lo lleva a repasar durante el documental a una serie de personajes que fueron confinados en psiquiátricos. Desde Torcuato Tasso, a Comte, pasando por Strindberg o Mihai Eminescu, entre otros.

«El individuo es anulado desde que entra; se le priva de su documentación, se le exige obediencia para infravalorarlo; como decía Goffman, la institución es más dañina que la enfermedad», apunta Peñate, que se despide en el cortometraje, comprando libros en la cuesta de Moyano, en Madrid.

El vídeo está en la web Vimeo, pero Eduardo Soutullo va a presentarlo en la próxima edición del Play Doc, para recorrer el circuito de documentales, siempre con la idea de dar a conocer la historia de este hombre atrapado por las páginas de los libros hasta llevarlo a un psiquiátrico.