«Me emocioné al ver a Hawking»

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

A los vendedores de ostras de A Pedra les impactó la presencia del científico británico

13 oct 2014 . Actualizado a las 11:34 h.

Un día después de la visita imprevista del científico más famoso del mundo, los vendedores de ostras de A Pedra todavía no se han repuesto de la impresión. Ayer, disfrutaban relatando como vivieron ese momento y algunos aún no se podían creer que fuera Stephen Hawking. «La verdad es que te impacta, yo me emocioné al verlo, se me saltaban las lágrimas. Y la gente se emocionaba al verlo», comenta el ostrero Diego Penedo mientras abre una pieza tras otra con una destreza pasmosa. «Aunque lo veas en la tele, no cuentas con que te lo vas a encontrar en algún sitio», añade. Él se enteró de su presencia «al ver a la gente enloquecida».

«Debió de quedar encantado, estuvo muy bien atendido. Yo creo que se fue con un buen recuerdo de Vigo», asegura convencido. Y eso, dice, que se ve que la gente le cansa, aunque le acompañaban muchas personas que se iban turnando para darle de comer.

Menos suerte tuvo Isabel, la ostrera más veterana de A Pedra , que no llegó a darse cuenta de la presencia del reconocido científico. «No me enteré, lo vi en la tele», se justifica.

El que no solo se enteró, sino que siguió todos sus pasos es el gerente y cocinero del restaurante La Espuela, Víctor Cuña, quien ayer seguía abriendo ostras sin reponerse todavía de la impresión. «Le he dado de comer a muchos famosos, hasta al rey. Cociné para él en el cuartel de Valladolid donde hice la mili. He cocinado para Julio Iglesias, Manolo Escobar, los Rolling, Miguel de la Cuadra Salcedo, Sancho Gracia, para muchos jugadores de fútbol y de la selección, pero este es el que más me ha impactado. Me hizo mucha ilusión. Es una persona muy importante», apunta.

Hawking se fijaba en cómo abría las ostras y al final pidió media docena de la variedad edulis y otra media de las gigás. «Nos dijeron que era celíaco y le cocinamos de una forma especial sin harina. Las ostras se las mezclaron con mejillones y se lo trituraron para que estuviera más líquido», añade el cocinero. Todo le parece poco a la hora de referirse al científico.

Le llamó la atención que la gente que le acompañaba solo estuviera pendiente de él y apenas comiera: «Solo tomaron calamares, jamón, queso y uno de ellos, sopa de marisco. Al final, él (Hawking) revisó la cuenta».