Así son los hórreos «gallegos» encontrados en Nueva Zelanda

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La web de Gciencia muestra las imágenes que ilustran la teoría de que las Antípodas habían sido ya descubiertas por náufragos de Galicia

26 mar 2014 . Actualizado a las 16:55 h.

La teoría de que los gallegos habían descubierto las Antípodas antes de que la conquista fuera atribuida al inglés James Cook ya tiene imagen. En la web Gciencia han publicado hoy un nuevo artículo apoyando la tesis del profesor Robert Langdom, de la Universidad de Camberra, que en 1976 escribió «The lost caravel» y apuntaba a la presencia de náufragos gallegos 200 años antes de la llegada de los británicos.

Como respaldo a esta información, desde la página apuntan a que existen hórreos gallegos en Nueva Zelanda, unas construcciones que allí se conocen como pataka y de la que han mostrado las primeras imágenes.

Según explican, estas construcciones fueron levantadas por los aborígenes maorís y tenían también como función el de guardar alimentos. En Gciencia se basan en la teoría del profesor Langdon que apunta que los locales aprendieron a edificarlos de la mano de los náufragos de la carabela San Lesmes, perdida en los Mares del Sur en 1526 y con una tripulación mayoritariamente gallega.

«En The Lost Caravel Langdom afirma que o nome provén directamente do galician pataca. Non obstante, non pode referirse ao tubérculo chamado solanum tuberosum que hoxe comemos en forma de cachelos. Nomeadamente, porque non se coñecía cando zarpou a San Lesmes da Coruña, en 1525. Haberían de pasar 12 anos, ata 1537, para que os conquistadores tivesen diante a pataca por primeira vez no val da Grita, no que hoxe sería Colombia».

Existen varias terorías sobre el nombre, podría proceder de la batata, que los españoles ya conocían por algún viaja el Caribe, de la palabra italiana patacca, antigua moneda, que encaja al mismo tiempo con la gallega patacón, moneda de poco valor.

En el artículo, por supuesto, también incluen teorías contrarias al origen gallego de estas construciones, como ocurre con Mara Mulrooney, de la Universidad de Auckland, que asegura que procede del vocablo maorí pa y takaa, lugar cerrado donde preparar comida, según la traducción.