La canícula altera el hambre

La Voz VIGO / LA VOZ

VIGO

Con las altas temperaturas el número de asistentes a las fiestas de la langosta y la lamprea seca creció con la caída del sol

08 jul 2013 . Actualizado a las 15:31 h.

La canícula transforma las constumbres galaicas. Las altas temperaturas no impidieron la afluencia de visitantes a las fiestas de la langosta y de la lamprea seca en A Guarda y Arbo. Lo que sí logró el calor fue cambiar los hábitos de algunos ciudadanos, que en lugar de degustar el crustáceo a mediodía como es habitual en otras ediciones, optaron por hacerlo hacia la hora de la cena, con la puesta de sol. Muchos de los visitantes aprovecharon la degustación para darse un chapuzón en las playas de A Guarda, lo que provocó largas colas. Tanto en este municipio como en Arbo fueron muchos los vecinos de Portugal que cruzaron el Miño para degustar ambos productos. En Arbo, la lamprea seca, más desconocida que la fresca, sorprendió a más de uno en sus distintas variedades: a la brasa, en empanada o rellena a modo de fiambre. Los responsables de ambos municipios quedaron más que satisfechos con la respuesta alcanzada tanto por la fiesta gastronómica en sí como por el resto de actividades programadas de forma paralela, entre las que no faltaron deportes, conferencias, cetrería y degustaciones.