La Reconquista

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas EL ÁTICO

VIGO

09 abr 2013 . Actualizado a las 11:30 h.

Pasó ya la Reconquista. El guion se cumplió. Los franceses fueron derrotados, Carolo murió por los disparos de un francotirador y Cachamuíña fue exaltado por el pueblo. De Morillo hace tiempo que no queremos saber nada, a pesar de que sigue en lo más alto del monumento a los héroes de la Reconquista. No hay que olvidar que este individuo, de ingrato recuerdo en Venezuela, fue el mismo que puso fin a la provincia de Vigo en 1823 y facilitó el asesinato de numerosos constitucionalistas.

La celebración histórica, una semana después del 28 de marzo, tendría que ser una jornada en la que los vigueses, de todas las edades, nos interesáramos un poco por nuestro pasado. En todos los colegios de Vigo tendrían que realizarse sesiones de historia local. Si en los libros de texto se nos cuentan hechos relevantes de otras zonas de España y de Galicia, ¿cómo no mostrar la historia local?

Pero no está ocurriendo. Hay niños y mayores que no tienen ni idea de lo que ocurrió en su ciudad hace doscientos años. No saben que durante algunos siglos hubo murallas rodeando una parte importante de la ciudad. Acciones como la llevada a cabo el pasado viernes por la Concejalía de Educación en el Verbum no deberían quedarse en algo anecdótico, aunque también hay que aplaudirlas.

Hoy en día, gracias al Instituto de Estudios Vigueses hay una amplia bibliografía dedicada a la historia viguesa. Cualquier profesor, mínimamente implicado en la educación académica de sus pupilos, tiene a su disposición información suficiente para, de vez en cuando, explicar la evolución de este territorio pegado al mar. El resultado no solo aportaría ciudadanos más cultos sino también más imaginativos. La ciudad no es igual de divertida para quien reconoce una playa donde ya no llega el agua o una encrucijada de fincas donde se celebra una victoria celeste.

Hay vigueses que no saben qué se celebra el 28 de marzo

jorge.lamas@lavoz.es