Cardama tiene carga de trabajo hasta finales del 2014

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

El astillero botó ayer el primero de los buques contratados por Angola. La operación tiene un coste de 42 millones

21 mar 2013 . Actualizado a las 11:17 h.

Cardama es una de las tres excepciones en la nómina de astilleros de la ría con carga de trabajo garantizada hasta finales del 2014. Las otras dos son Armón y Metalships. La parte sustancial de dicha carga se corresponde con los tres buques multipropósito -salvamento marítimo, vigilancia aduanera, lucha contra la contaminación, remolques...- contratados en agosto del año 2010 por el Gobierno de Angola, pero una parte no menor está ligada a las reparaciones.

En un acto casi íntimo, despojado de toda proyección externa habitual en estos casos, el astillero botó ayer el C-234 Kwanza, la primera de las tres embarcaciones multipropósito encargadas por Angola. Lo que no faltó fue el clásico bautismo, en el que ejerció de madrina una de las trabajadoras del astillero. Según explicó el director de la factoría, Mario Cardama, es seña de identidad de la casa que el papel de madrina lo haga una empleada siguiendo un turno prefijado. En este caso fue Susana Ferreira la encargada de estampar sobre el casco la botella de albariño.

Igual que sus gemelos, cuya botadura está prevista para los meses de junio y julio, respectivamente. El C-234 Kwuanza tiene 45 metros de eslora y 12 de manga. Está habilitado para albergar una tripulación de doce personas y cuenta con la más avanzada tecnología. El coste completo de la operación ronda los 42 millones de euros, esto es, 14 millones por buque.

El cumplimiento de los plazos pactados con el Gobierno angoleño, unido a sendos importantes encargos de reparaciones que ha comprometido en los últimos meses, han obligado al astillero a mantener tres turnos de trabajo hasta la pasada semana.

Las reparaciones son encargos de sendas empresas portuguesa y española. En el primer caso se trata de un pesquero que requiere al menos cuatro meses de trabajo, en tanto en el segundo es un gánguil -embarcación que se usa para depositar materiales granulares en el mar con un fondo abatible que se abre gracias a unas puertas abatibles-, que precisa mes y medio de trabajo.

Por otra parte, Cardama acaba de adjudicarse un concurso del Gobierno de Cabo Verde para construir un ferri de 70 metros de eslora que se destinará a realizar el transporte regular entre las islas del archipiélago. En este caso la construcción, que garantiza dos centenares de empleos durante año y medio, está previsto que se inicie a finales de verano.

El único lunar que tiene a día de hoy Cardama es encontrar comprador para el Nordsoen, la patrullera de pesca de 70 metros de eslora encargada por el Gobierno danés que, una vez rematada, no recogió por falta de dinero. De eso hace un año, que es el tiempo que lleva el buque amarrado en Beiramar. El astillero está en negociaciones con un posible comprador, operación que confía en cerrar antes de tres meses. El buque se presupuestó en su momento en 16 millones de euros.