Los comuneros de Mos a los que la Justicia ha reconocido como propietarios de 26 hectáreas de Peinador recuerdan ganado pastando y partidos de fútbol en el aeropuerto
23 nov 2012 . Actualizado a las 13:19 h.Los comuneros de la parroquia de Guizán, en Mos, están satisfechos tras la sentencia que les reconoce como propietarios de 262.000 metros cuadrados del aeropuerto. Pero todavía no cantan victoria. Están contentos y esperanzados porque los tribunales han creado precedentes. «Aunque tarde en hacerlo, Aena nos va a pagar», señala José Luis Fernández Domínguez, presidente de la comunidad de montes. Este colectivo aspira a cobrar 7,8 millones de euros. Es el precio que valdrían sus 26,2 hectáreas de terreno en el recinto aeroportuario, según las propias estimaciones del abogado del Estado.
Las propiedades de los comuneros de Torroso, también en Mos, son más reducidas: 4,2 hectáreas. Mientras que los vecinos de Guizán confían en que la Audiencia Provincial no admita a trámite el recurso de casación con el Supremo, la reivindicación de Torroso se encuentra unos pasos por detrás en el periplo judicial. El martes se celebró el juicio en Pontevedra en el juzgado de primera instancia número 1 y los afectados aguardan la sentencia.
José Luis Domínguez señala que «no deberían admitir el recurso de Aena ante el Supremo. Lo hacen únicamente para ganar tiempo porque en lugar de recurrir ante el Supremo podrían hacerlo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia».
Los propietarios de suelo de Guizán ya han tenido conversaciones informales con Aena. Aseguran que el organismo está dispuesto a pagar pero «no en este momento, porque no hay dinero».
La indemnización a recibir supondría una lluvia de millones para los 187 comuneros de Guizán. «Tenemos muchos proyectos para realizar», señala el presidente de la entidad, que de momento prefiere no hacer demasiadas cábalas.
En Torroso se encuentran también ilusionados. Actualmente ya reciben rentas por el alquiler de los terrenos que fueron ocupados por una docena de negocios de Peinador, incluidos un hotel club y un motel. «Cobramos unos 20.000 euros al año por el arrendamiento de estos terrenos», señala Camilo Grandal, presidente de la comunidad de propietarios.
Demostrar que parte del aeropuerto era suelo comunal ha sido su lucha. Entre los vecinos mayores de Torroso se recuerda que en los terrenos en discordia «había un campo de juego que era del Club de Fútbol Peinador». Lo dice Jaime Campos que tiene 79 años y contaba con 13 cuando jugaba de extremo izquierdo en el equipo. Eugenio Carrera, de 82 años, también recuerda los partidos.
Celso Romero Carrera, de 82 años, recorría el monte Cerdedelo, donde actualmente se asienta la pista de aterrizaje con tan solo seis años. «Venía con mi abuela a sacar al ganado a pastar. Yo fue criado aquí», rememoraba ayer.