Vai chorar a Corea

VIGO

30 dic 2011 . Actualizado a las 11:48 h.

Vigo se está poniendo coreano, partido en dos entre defensores y detractores del alcalde. No hay duda de que Caballero se lo ha ganado. Pero sorprende lo mismo leer a quien sostiene que este señor es una divinidad de la política, incapaz de error alguno, como que se le culpe hasta de quitarle el pan a los niños huérfanos de Haití. Sería deseable un término medio, pero parece imposible. Y así vivimos, inmersos en un clima más propio de Pyongyang que de estas latitudes. De amor y odio. De Ying y Yang.

Desconsolados lloran estos días los norcoreanos, porque ha muerto Kim Jong-Il, hijo de Kim Il-Sung y padre de Kim Jong-Un. Por aquí, la noticia nos impresionó menos, porque de la dinastía de los Kim, nosotros siempre fuimos más partidarios de Kim Basinger.

En cualquier caso, se entienden aquellos llantos lejanos, que son la envidia de las plañideras del Morrazo. Porque la biografía oficial del difunto era para echarse a llorar, pero ya en vida, pues gozaba este señor de unos palmeros que ya querría para sí incluso Abel Cabellero.

Entre otros méritos de Kim Jong-Il, apodado el Querido Líder, está haber escrito 1.500 libros mientras estudiaba la carrera, a razón de casi una obra diaria. En las vacaciones de verano, compuso además cinco óperas.

Con sus propias manitas, según sus hagiógrafos, el señor Jong-Il inventó un motor de aviación cuando contaba once años y, cuando se metió en jardines, logró crear una nueva orquídea y dos especies de camelia, que llevan su nombre.

No extraña tanta brillantez en un tipo que, a los dos años, ya hablaba y escribía perfectamente. Y que, según la prensa de Pyongyang, tiene un récord del mundo de golf, al haber logrado once hoyos en uno seguidos y terminar 35 bajo par. Con el mérito de que fue la primera y única vez que jugó al deporte del palo en toda su vida.

Con un líder como este, es lógico que te salten las lágrimas, aunque sea de la risa. A Franco, también muy llorado, cuando salía en el Azor, le ponían los peces en el anzuelo unos submarinistas. Pero la imaginación de los norcoreanos supera todo lo visto, al punto de que, en lugar de un tirano serio, tuvieron un sátrapa de Mortadelo y Filemón.

Ahora, Corea del Norte se dispone a entronizar a su hijo, Kim Jong-Un, apodado el Querido Sucesor. Los guionistas no dan abasto para tener a tiempo la biografía. Así que bien podrían llamar a Vigo, donde se difunden elogios a Caballero que serían de gran inspiración para entronizar a su líder. Por contra, los detractores de Seúl, enemigos acérrimos de Pyongyang, encontrarán aquí, en otras fuentes, abundante munición para ridiculizarle.

Y es que Vigo se está poniendo coreano, maniqueo, de bien y mal, de Ying y Yang. Los que preferirían un término medio, ya saben: ¡A chorar a Corea!

eduardorolland@hotmail.com