«Nunca superé la prostitución»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría J. Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

El problema no era la familia, sino que la respetaran los vecinos

20 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tan mal lo ha pasado Carmen Lago que está dispuesta a hacer todo lo que esté en su mano para evitar que otras mujeres pasen por el mismo trance o, al menos, para que se alejen cuanto antes. Por eso, pese a dejar el mundo de la prostitución y todo lo que lleva consigo hace veinte años, no tiene reparo en recordar lo que para ella ha significado. A la pregunta de si ha olvidado esa etapa responde: «Nunca lo superas; yo he sido prostituta y drogadicta, las drogas las olvidé, la prostitución no; me marcará para el resto de mi vida».

De hecho, explica, aún hay gente que la reconoce en las localidades donde ejerció, que se atreven a entrarle con la disculpa de invitarle a un café.

Pese a todo, nunca oculta su pasado, como demuestra en esta ocasión, igual que tampoco lo oculta a su familia, incluida su hija de 33 años y sus sobrinas. En este sentido sí lo ha superado.

«El problema eran más los vecinos; hoy me respetan, pero mi trabajo me costó», explica.

Sobre su labor al frente de la asociación Faraxa comenta que atiende a más de mil mujeres al año. De ellas, solo un 5% no ejerce la prostitución.

Aunque la gran mayoría de las mujeres se excusen por su dedicación alegando que es su forma de vida, Carmen está convencida de que no es cierto. «Nadie se levanta un día diciendo que quiere ser prostituta; siempre hay unos motivos detrás y muy pocas alternativas», añade, tras advertir que hay muchas que lo quieren dejar. Se da el caso de dos chicas que visitaron la asociación y que eran hijas de madres prostitutas. El hecho de ver esta continuidad en una segunda generación le impactó. «Las madres terminan casándose con el cliente, llevan una vida de perro, sufren malos tratos y, pese a ello, aguantan; algunas se casan enamoradas porque tienen carencias afectivas y muchas se acaban separando».

La situación económica actual también hace mella en este sector de población y si hace apenas un lustro eran casos aislados los de españolas prostituidas, en la actualidad se advierte un incremento, según Carmen Lago. «Esta misma semana vinieron a la asociación dos chicas españolas que llevan en la prostitución 13 días y un mes respectivamente; antes habían buscado trabajo en el servicio doméstico y como no encontraron, acabaron en un club», relata la presidenta de Faraxa.

«Cuando voy a visitar los clubes les digo: ?Yo fui igual que vosotras? y se extrañan de que una española se haya dedicado a esto, porque como la mayoría en estos locales son extranjeras».

Desde la asociación tratan de buscar alternativas y de que se sensibilice al cliente. Tienen muy claro que mientras haya demanda habrá oferta.

Carmen lago presidenta de la asociación Faraxa y exprostituta