La desactivación del artefacto del cajero de Vigo evitó una tragedia

E. V. PITa VIGO / LA VOZ

VIGO

El explosivo tenía un kilo de pólvora prensada, capaz de matar

11 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los investigadores sospechan que la célula viguesa de Resistencia Galega, de las tres que el grupo independentista violento tiene activas en Galicia, fue la que puso la bomba que un cliente halló en una caja de zapatos sobre un cajero automático de NGC Banco en la Alameda de Bouzas de Vigo a las dos y media de la madrugada de ayer. El artefacto contenía un kilo de pólvora prensada en una lata-termo de café conectada a un reloj que actuaba de temporizador. Fue explosionado de forma controlada y ya fuera del cajero por un robot de los tédax. La onda expansiva destrozó los cristales y ventanas de tres edificios y la luna de una tienda.

Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía creen que de haber explotado dentro del cajero habría dañado gravemente el edificio, de más de 50 años de antigüedad, y hubiese causado la muerte del joven que entró en el local. La bolsa de plástico que contenía la caja llevaba sujeto con un clip un folio con el siguiente aviso: «Perigo, bomba».

Esa forma de actuar es la habitual de Resistencia Galega, y algunas webs del entorno radical ya le atribuían ayer el ataque. Es el primer atentado en la ciudad desde que en marzo fue detenido el exgrapo Telmo Varela, en prisión provisional como presunto autor de una cadena de sabotajes en Vigo. El PP, el PSOE y el BNG condenaron ayer la colocación del explosivo en la sede de la sucursal de Vigo.

Cinco huellas en la puerta

Agentes de la Policía Científica positivaron cinco huellas dactilares impresas en la puerta del habitáculo del cajero automático. Es clave porque los implicados insertaron una tarjeta doblada en la ranura para obstruir la entrada al cajero. Una cámara de la oficina apunta al cajero, pero al parecer no se puede identificar al hombre que dejó la bolsa.