José Eirín, culpable del asesinato de Jéssica Méndez en Barro
Diez horas. Esa fue la duración del encierro del BNG de Crecente en el salón de plenos. En la madrugada del lunes decidieron abandonar y reaparecer en el consistorio al día siguiente para reclamar los datos del aumento de padrón que solicitaban. Dicho y hecho. La mañana del martes amaneció de nuevo a las puertas del edificio para pedir a la secretaria municipal los decretos de alcaldía en los que se modificaba el censo durante los meses pasados. «Xa sabiamos que non era necesaria a autorización do alcalde, así que pedímolo e nos dixeron que o xoves poderemos consultar todos os documentos que queiramos», apuntó ayer Ovidio Veloso. Una vez que los tengan en su poder, será el momento de estudiar la procedencia y lugar de residencia de esos nuevos 80 vecinos que aparecen en Crecente según los datos del Instituto Nacional de Estatística. En caso de que sus sospechas se confirmen, el grupo nacionalista está dispuesto a presentar una denuncia ante la Fiscalía para que tome cartas en el asunto. No sería la primera vez que lo tiene que hacer. Ya en el pasado el ayuntamiento fue investigado por un supuesto fraude electoral del que fueron absueltos padre e hijo, el actual regidor, Julio César García- Luengo. A ese proceso se suma otro en el que todavía está implicado el progenitor por haber supuestamente inscrito en su vivienda particular a unas treinta personas. El caso está actualmente en los tribunales.