La fiesta no puede esperar

juan villar VIGO / LA VOZ

VIGO

Los supervivientes del último ascenso del Octavio quieren subir el sábado

26 abr 2011 . Actualizado a las 12:01 h.

La fiesta del Octavio está preparada para el sábado. Un empate frente al Barakaldo en As Travesas certificará el regreso a la Liga Asobal a falta de dos jornadas para el final de la liga. Los académicos no han cedido ningún punto en casa en toda la temporada, por lo que todo está a favor, aunque la voz de la experiencia de los tres jugadores supervivientes del anterior ascenso, el del 2007, avisan de que este encuentro habrá que jugarlo con intensidad porque no quieren ni pensar en retrasar la celebración.

Cerillo y Pablo Macías vivirán previsiblemente su cuarto ascenso con el Octavio en los quince años que llevan defendiendo la camiseta del primer equipo. Fran González ha regresado este año a Vigo para vivir su segundo éxito. «Este será diferente, porque venimos de descender hace un año, en el anterior llevábamos tres años en B, con muy buenas plantillas, y había más presión», señala el lateral asturiano.

Los tres, junto al entrenador Quique Domínguez, que sería la tercera vez que ascienda al equipo, repiten experiencia.

Desde su dilatada experiencia en muchos clubes y tras haber vivido todo tipo de situaciones, Fran advierte de que el partido del sábado tienen que tomárselo como si se tratase de una final: «Nos lo tomamos como el partido ante Huesca, porque Barakaldo es un rival peligroso y no podemos fallar, queremos solucionarlo cuanto antes». Cree que no pueden tomar como referencia el dato de que lo han ganado todo en casa: «En cualquier momento puedes tener un mal partido y que te entren los nervios. Nosotros trataremos de que no sea así y lo vamos a preparar a conciencia».

Una temporada especial

Para Cerillo este ascenso sería el más especial de los cuatro. El extremo vigués lo verá desde la grada pues la semana pasada pasaba por el quirófano para ser operado de una grave lesión de ligamentos cruzados que le tendrá varios meses en el dique seco. «La lesión es un valor añadido, y además esta temporada he desarrollado la doble labor de jugador y gerente, y desde esa situación te das más cuenta de lo que cuesta conseguir los éxitos, no solo en el aspecto deportivo, sino también desde los despachos», señala.

Destaca la importancia de ganar el sábado «porque además de que queremos celebrarlo en casa ante nuestra gente, después vamos a Barcelona, que es una pista muy difícil, y no sería lo ideal jugártelo todo después en la última jornada contra el Torrevieja. El partido es este, el del Barakaldo, y a él tenemos que entregarnos».

Pablo Macías, otro canterano que lleva toda la vida en el club, está convencido de que no habrá problemas porque «la gente sabe lo que nos jugamos y no queremos llevarnos ningún susto, vamos a salir a certificarlo».

Cada uno es diferente

Macías, que tendrá el honor de ejercer de capitán en este partido clave, señala que «cada ascenso es diferente» y de los cuatro se queda «con el de la primera temporada de Quique como entrenador, cuando cogió el equipo recién descendido de Asobal e hicimos una gran temporada ganando casi todo», aunque asegura que «la alegría es siempre la misma».

Cerillo destaca el gran ambiente en la plantilla. «Siempre han pasado por aquí grandes jugadores, pero le decía el otro día a Quique y al presidente que este año ha sido especial porque tenemos un grupo increíble. La presencia de más gallegos yo creo que ha favorecido, nos llevamos todos bien y compartimos mucho tiempo incluso fuera de las horas de entrenamiento».

Fran González menciona las diferentes características deportivas de esta plantilla respecto a la del anterior ascenso. «Ese año se defendía mucho más, éramos más agresivos, ahora hay más calidad en ataque y es el aspecto que hemos explotado», señala.

La fiesta está convocada para el sábado por la tarde, pero el horario no es definitivo. Está fijado para las 18 horas, aunque el club negocia retrasarlo para después de las ocho.