La calle más recta y hermosa de Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Príncipe nació en 1861 en los márgenes de la carretera que unía la ciudad con Madrid

21 mar 2011 . Actualizado a las 16:46 h.

«La referida calle tendrá la denominación a lo adelante de calle del Príncipe, principiando su numeración de derecha a izquierda desde las casas de José Francisco (...) Núñez y Francisco Esteban López». Es parte de la resolución tomada por la corporación municipal de Vigo el 21 de marzo de 1861, para crear la calle del Príncipe. Mañana hará 150 años.

Comenzaba a existir la calle más conocida de la ciudad, aunque entonces aún pertenecía a un barrio extramuros, denominado O Salgueiral. Todavía Vigo estaba rodeado por las viejas murallas del siglo XVII. Treinta años antes de esta resolución, el Gobierno de la Regencia decidía construir una carretera que partiría de la Porta do Sol para enlazar con Castilla, la conocida como carretera Vigo-Villacastín.

A los pocos años de iniciarse aquel proyecto, Nicolás Taboada y Leal decía de este lugar en su Descripción topográfico-histórica de la ciudad de Vigo: «Su localidad es poco agradable, por hallarse situado (el barrio del Salgueiral) en una pendiente o repecho bastante agrio y húmedo. Tampoco quiero pasar en silencio que por la cima de este arrabal atraviesa la nueva carretera proyectada y principiada para Castilla».

Buena arquitectura

La presencia de aquella carretera originó la construcción de las primeras viviendas, cuyos propietarios fueron quienes llevaron en 1861 la petición de la creación de la calle a la corporación viguesa. Y no eran malas edificaciones las que estaban erguidas antes de la constitución de la calle, tal como se desprende del acta municipal. «Y teniendo presente que la referida carretera atraviesa la antigua calle del Salgueiral, que a derecha e izquierda se edificaron porciones de casas formando dos líneas rectas con la debida regularidad que tanto por su buena arquitectura e importancia y por el número constituyen, en efecto, una de las mejores calles de esta ciudad; que por esta razón el municipio colocó en ella alumbrado y servicios».

Así pues, aquel día, el Ayuntamiento solicitaba al gobernador civil la declaración de calle perteneciente el trozo de carretera desde la puerta de las murallas, conocida como del Sol, hasta el sitio nombrado del Ramalillo, actual calle Colón. «El Ayuntamiento quedó enterado de una comunicación del gobernador de la provincia, participando la aprobación de la calle del Príncipe en los términos que acordó este cuerpo municipal», recoge el acta de la sesión plenaria del 16 de mayo de 1861.

Tras aquella aceptación, el Ayuntamiento decidió que los dueños de las casas hiciesen por su cuenta las aceras en el frente de las suyas «según se les trace, en donde ya no lo estén, cuidando el municipio de la reparación y conservación de la calle».

El nombre del Príncipe se dio a la calle en honor del hijo de la Reina Isabel II, el que años después sería Alfonso XII, que entonces solo tenía cuatro años de edad. Se compensaba así que nueve años antes, la corporación ponía el nombre de Plaza de la Princesa a la antigua plaza de la Pescadería en honor de Isabel de Borbón, La Chata, también hija de Isabel II. Así pues, Alfonso XII tiene dos calles en la ciudad, si le añadimos el paseo del olivo.

Otro de los nombres de este 150 aniversario es el de Agustín de Marcoartú, el encargado de trazar y dirigir las obras de la carretera de Castilla, un ingeniero pendenciero que fue apartado del proyecto a los pocos años de su inicio. Sin embargo, fue el hombre que trazó «la más recta y hermosa de las que posee Vigo». O por lo menos, de las que poseía en 1879, fecha de la Guía del forastero en Vigo, donde se describe la calle de una forma muy parecida a como la encontramos en la actualidad.

La única asfaltada

Desde su creación, la calle fue ganándole el protagonismo a la vida social de la ciudad que en 1861 obtuvo la autorización para derribar sus murallas. Los comercios más elegantes y modernos abrieron en el Príncipe. También allí se trasladaron los servicios públicos más modernos, como el correo, el telégrafo, algunas de las consignatarias de mayor renombre y, a partir de 1881, la presencia del Palacio de Justicia con la cárcel y cuartelillo de la guardia municipal.

En la década de los años veinte del siglo pasado, el Príncipe era la única calle de la ciudad que estaba asfaltada, y el tranvía pasaba por ella, situación que concluyó años después, dejándola como la primera calle peatonal que tuvo la ciudad.

El nombre se le puso en honor del hijo de la Reina, Alfonso XII

En el año 1924,

era la única calle de la urbe que estaba asfaltada