El Roma y el Shakhtar Donetsk se enfrentan hoy en la ida de unos octavos de final de la Liga de Campeones en los que el club ucraniano busca hacer historia y el italiano recuperar parte de su prestigio internacional y mejorar su papel en esta temporada, que está resultando más complicada de lo esperado en un principio. La máxima competición europea es una de las grandes esperanzas del conjunto romano, que el último sábado cayó en casa en la liga nacional ante el Nápoles (0-2), lo que le ha llevado a la octava posición y, sobre todo, ha puesto en jaque el futuro de un cuestionado técnico Claudio Ranieri. El técnico romano, además, según algunos medios locales, mantiene continuos enfrentamientos con parte de los jugadores más representativos del club, como el capitán Francesco Totti o el centrocampista chileno David Pizarro. De hecho, la presidenta y accionista mayoritaria del Roma, Rosella Sensi, se reunió el domingo con los futbolistas más veteranos del equipo (Totti, Daniele De Rossi, Simone Perrota y el francés Philippe Mexes) para pedirles personalmente que ayuden al entrenador hasta el final de la temporada.