«En Vigo habita la luz; no hay atardeceres como los de Vigo. Parece que todo el mundo se inclina ante lo inesperado, y después llegan las sombras, pero en Vigo se resucita todos los días», reflexionó en alto Carlos Oroza, durante la presentación. La vista que ofrece la ciudad desde el edificio de la Xunta sirvió al poeta para reclamar «hay que cuidar la ciudad y la ría, me estropearon las vistas de las Cíes con el tanatorio ese», en referencia al centro comercial del puerto. También reflexionó sobre Galicia. «La mirada de los gallegos está mirando el pasado, que es el futuro; los pueblos con melancolía son los filosóficos. Todo es futuro en Galicia», sentención.
Finalmente, habló de poesía. «A ver si nos entereamos, los versos no son poesía. Es el ritmo; no importa aunque no se entienda, hay que dejarse ir», señaló el paseante Carlos Oroza.