Arte que se lleva puesto

David Suárez Alonso
David Suárez VIGO/LA VOZ.

VIGO

Ilustración y grafiti se hacen un hueco en las colecciones de esta diseñadora viguesa que ha tenido que defender su marca ante Chanel

20 ago 2010 . Actualizado a las 12:38 h.

Estudió Bellas Artes pero cuando acabó la carrera decidió unir su pasión por el dibujo y la serigrafía con el arte de coser, que ya le venía de familia. Silvia Sánchez montó LeChanelas una marca en la que se une la moda con disciplinas como la ilustración, el grafiti, la pintura o la fotografía. «Entiendo que la ropa es un soporte más para el arte», explica Silvia, que presenta su última colección Asfalto Salvaj e, inspirada en la ciudad de Vigo y su caos urbanístico.

LeChanelas ha convertido un estudio instalado en el bajo de una casa de A Doblada en el lugar donde Silvia pasa más tiempo. Allí diseña y confecciona artesanalmente cada una de sus prendas. Hace los patrones, elige las telas y las cose pero quizás lo más característico de su ropa sean sus serigrafías que diseña y luego estampa ella misma sobre la tela con una máquina que tiene «más que amortizada».

Su inspiración suelen ser las cosas que le rodean y los «trexemanexes do mundo». En su última colección se rinde ante las contradicciones de una ciudad como Vigo. En uno de los diseños de Asfalto Salvaje se entremezclan las grúas, los edificios y los postes eléctricos con osos panda, koalas, ballenas y plantas carnívoras. En pocas palabra, la jungla urbana.

«Hago ropa, muñecos, fundas de portátil, broches, pendientes, collares y de todo un poco de lo que se hace con las manos y los pies», dice Silvia en su perfil de Facebook. Y es que Silvia compagina la presentación de sus prendas con su nueva afición, a medias entre el reciclaje y la joyería. Junto a Francesca Guarnieri ha recogido materiales plásticos en varias playas de Vigo y los están tratando para hacer collares y pendientes. «Es una forma de reciclar todo ese material que la gente deja tirado», apunta Silvia. Para que se tenga constancia de su origen, van empaquetadas bajo la designación Recuerdo de Samil y con una estampa del arenal vigués.

LeChanelas vs Chanel

El nombre de la marca surgió por una broma que solía hacer con sus compañeros de facultad. Crearon una especie de jerga en la que «chanelar» y «lechana» eran palabras imprescindibles, así que cuando tuvo que bautizar su proyecto no se lo pensó mucho. Meses después de montar la marca y la página web contactaron con Silvia representantes de Chanel. Consideraban que estaba usando su nombre comercial y según ellos se podía entender que era una marca que partía de la multinacional francesa y les podía llegar a desprestigiar. Al final, Silvia justificó que la palabra existía en castellano con una fotocopia del diccionario y desde Chanel no emprendieron acciones legales contra ella aunque le dejaron claro que un futuro no descartan tener que recurrir a la vía legal.